El 25 de noviembre de 2025, en un estudio de RTVE en Madrid, Luz Casal no solo cantó su nuevo single ¿Qué has hecho conmigo?, sino que desveló uno de los momentos más inesperados de su vida: cómo supo que el rey Felipe VI la había nombrado Marquesa de Luz y Paz. La cantante gallega, de 66 años, apareció en La Revuelta, el programa de noche de David Broncano, con una energía que recordaba a sus tiempos de rockera de los 80, pero con el peso de una vida llena de hitos. Y entre risas, confesiones y huevos de verdad, desgranó detalles que nadie esperaba.
"Te voy a pasar una llamada, que los reyes han decidido hacerte marquesa"
Casal contó que recibió la noticia mientras viajaba de Galicia a Asturias. Su acompañante le pasó el teléfono: "Te voy a pasar una llamada, que los reyes han decidido hacerte marquesa". "Fue tan cursi", dijo, riendo, "yo nunca empleo ese tipo de palabras, entonces dije ¡yupi!". Pero lo curioso no fue solo la sorpresa, sino el largo silencio que siguió. "Pensé que se habían olvidado, o peor aún, que habían rectificado". La confirmación oficial tardó tres meses. Había entregado el cheque del festival que organiza en Boimorto, su pueblo natal, y luego… nada. "Hasta que llegó la carta", recordó, con una mezcla de asombro y orgullo. El título, hereditario, se le otorgó junto a figuras como Rafael Nadal, Cristina García Rodero y Carlos López en una ceremonia en junio de 2025."Luz y Paz": un homenaje a su madre, no a su tierra
La elección del título no fue casual. "Elegir el lugar donde he nacido sería embarazoso", explicó con su característico tono irónico. "Así que pensé: Luz y Paz. Luz, por mi madre, y Paz, porque en esta vida uno necesita un poco de calma". Y añadió, con una sonrisa maliciosa: "Aparte de que es un honor, es que hay gente que me cae regular y que está en un escalafón inferior". La frase, que se volvió viral en redes, resumió perfectamente su personalidad: una artista que nunca ha dejado de ser auténtica, incluso cuando el rey la convierte en noble.El disco: "Me voy a permitir" y la voz dulce de Carla Bruni
Su decimoctavo álbum, Me voy a permitir, es un reflejo de esa libertad. "Es mi estado natural de desenfado, y más en este momento de mi vida, en el que me importa casi todo". Inicialmente pensó en un disco exclusivamente de canciones de mujeres, pero al final mezcló originales con versiones. La joya oculta: Ella, de Charles Aznavour, con Carla Bruni cantando una estrofa en francés. "No la conocía personalmente, pero sí conocía su primer disco... Ella aparece en una estrofa cantando en francés, es supersensual. No tiene una gran voz, pero me encantaría tener dentro de mis posibilidades la capacidad de poder cantar esa cosita como dulce, con poca necesidad de aire". Casal también comentó, con una mirada cómplice, que "Carla Bruni está súper enamorada de Sarkozy". Una observación que, aunque breve, iluminó su visión de la vida: el amor, la música y la autenticidad son lo único que realmente importa.Un homenaje que conmovió al estudio: Noah Higón y "Nada es imposible"
Durante el programa, Casal dedicó la canción Nada es imposible a Noah Higón, escritor que sobrevivió a siete enfermedades raras. Higón estaba en el estudio. "Me quedé conmocionada, pensé: esto es una barbaridad", dijo Casal. Él, con voz temblorosa, respondió: "Gracias por coger esos imposibles que me han acompañado toda mi vida, ojalá se conviertan en posibles". El silencio que siguió fue más fuerte que cualquier acorde. Fue uno de esos momentos en los que la música deja de ser entretenimiento y se convierte en cura.Los huevos, el regalo más Luz Casal que existe
Y luego, como si nada, entraron dos cajas llenas de huevos. "Siempre he escuchado que este es un programa con huevos, entonces dije: pues vamos a regalarles huevos a la gente, pero, entre medias digo, va a ser coñazo". La broma, tan absurda como auténtica, encarnó el espíritu de la noche: un programa que no tiene miedo a lo raro, igual que ella. Broncano, desconcertado, intentó disimular. "Tú no me saludaste, no sé dónde era, pero no era en un programa. Entonces dije, cuando me invite al programa le voy a sacar los colores", le soltó Casal. Él negó con la cabeza: "No recuerdo nada". Ella, con una mirada de complicidad, solo sonrió. Alguien dijo que la verdad siempre sale en los huevos. Y en este caso, salió en forma de cáscara.Una vida en notas y títulos
Luz Casal ha recibido la Medalla de la Orden de las Artes y las Letras de Francia y un Premio Grammy Latino Honorífico. Pero lo que realmente la define no son los premios, sino su capacidad para seguir siendo ella misma: una mujer que canta como si no hubiera nadie mirando, que acepta un título nobiliario con humor, que regala huevos en un programa de televisión y que, en medio de todo, canta canciones que curan almas. Su música no es de moda, es de memoria. Y su título, aunque oficial, no la cambia. Sigue siendo la misma chica de Boimorto que se subió a un escenario con una guitarra y una voz que no se rinde.Frequently Asked Questions
¿Por qué Luz Casal eligió "Marquesa de Luz y Paz" en lugar de un título relacionado con su tierra?
Luz Casal explicó que elegir un título vinculado a su tierra natal, Boimorto, sería "embarazoso" por la cercanía emocional y la posible percepción de vanidad. En cambio, "Luz y Paz" es un homenaje personal a su madre y a su filosofía de vida, combinando su nombre artístico con un deseo de serenidad. Además, la elección le permite mantener cierto distanciamiento del elitismo asociado a los títulos nobiliarios, lo cual encaja con su imagen de artista auténtica y rebelde.
¿Cómo surgió la colaboración con Carla Bruni en el álbum "Me voy a permitir"?
La colaboración surgió de un deseo de Luz Casal de reinterpretar clásicos con una perspectiva femenina. Al elegir "Ella" de Charles Aznavour, buscó una voz que transmitiera sensualidad sin necesidad de técnica vocal espectacular. Bruni, conocida por su estilo íntimo y su acento francés, fue la elección ideal. Casal no la conocía personalmente, pero admiraba su primer disco. La participación de Bruni en una estrofa en francés añadió una capa de elegancia discreta que encajaba perfectamente con el tono del álbum.
¿Qué papel jugó Noah Higón en el concierto de "La Revuelta"?
Noah Higón, escritor que sobrevivió a siete enfermedades raras, fue invitado especial al programa. Casal dedicó su canción "Nada es imposible" a su historia de resistencia. Higón estuvo presente en el estudio y, tras la interpretación, agradeció emocionado que la música hubiera recogido sus "imposibles". Su presencia transformó el momento en un acto de reconocimiento colectivo, donde la música dejó de ser espectáculo para convertirse en testimonio humano.
¿Por qué Luz Casal llevó huevos a "La Revuelta"?
Casal llevó dos cajas de huevos como obsequio por una frase que escuchó repetidamente sobre el programa: "es un programa con huevos". Fue una broma típicamente suya: irónica, desenfadada y con un toque de rebeldía. Al mismo tiempo, el gesto simbolizaba su conexión con lo cotidiano y lo auténtico. Aunque admitió que "va a ser coñazo" transportarlos, el acto reforzó su imagen de artista que no toma en serio las convenciones, ni siquiera las de la televisión.
¿Es el título de marquesa hereditario y qué implica legalmente?
Sí, el título de Marquesa de Luz y Paz es hereditario, otorgado por real decreto del rey Felipe VI en junio de 2025. Legalmente, implica el reconocimiento formal por parte de la Corona española, pero no confiere privilegios económicos ni políticos. Es un honor distinguido, similar a otros otorgados recientemente a figuras culturales como Cristina García Rodero. Su valor es simbólico: una forma de reconocer trayectorias que han enriquecido la cultura española, sin implicar cambio de estatus social ni derechos especiales.
¿Qué impacto tiene este episodio en la percepción pública de la nobleza en España?
El episodio ha reavivado el debate sobre la relevancia de los títulos nobiliarios en la España contemporánea. Al otorgarlos a artistas populares como Casal, Nadal o García Rodero, la Corona busca modernizar su imagen y vincularse con figuras que representan el talento nacional más que la herencia. La forma en que Casal lo recibió —con humor, sin solemnidad— ha ayudado a desmitificar el elitismo, haciendo que el título parezca más un premio cultural que un estatus social. Muchos lo ven como un símbolo de inclusión, no de exclusión.