Con gran habilidad para la salsa, el jazz, el mambo y el cha cha chá, por mencionar algunos géneros, Tito Puente logró convertirse en una figura de renombre en el panorama musical mundial.
a 17 años de su partida, aún su “tumbao” continúa sonando en las esquinas y su legado queda como una muestra de que su trayectoria, fue una de la más completas y exitosas que un artista pueda desear.
Durante sus años de actividad, el músico, nacido en New York el 20 de abril de 1923, colaboró con grandes estrellas como Dizzy Gillespie, Duke Ellington y Ben Webster, entre tantas otras, que lo catapultaron como líder indiscutible de los ritmos latinos.
Tras estudiar piano y batería durante 7 años y formar parte de algunas orquestas pequeñas, entre 1947 y 1949 logró fundar su agrupación, conocida como The Picadilly Boys, con la que llevó el jazz latino a múltiples escenarios. Más adelante sumaría ritmos como la salsa, enfocándose en la música bailable.
En la década del 50, su música alcanzó los niveles más altos de popularidad, y logró que los ritmos de origen cubano tuvieran una mayor audiencia dentro de los Estados Unidos.
Dentro de su extensa discografía resaltan los materiales Pachanga in New York, Goza mi Timbal, Dance Mania, Fiesta con Puente, Colección Diamante y We Love Salsa, su última producción.
Por su impecable trayectoria artística, qye alcanzó los 198 trabajos discográficos, Tito Puente fue premiado con múltiples reconocimientos como la Llave de la ciudad de Nueva York, una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y la Medalla nacional de Bellas Artes, por mencionar algunos.
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