‘Nunca es tarde cuando la dicha es buena’, dice el refrán. Y más cuando el sonero es bravo y sabroso como Héctor ‘Pichie’ Pérez. Luego de brillar con la orquesta La Terrífica, Tommy Olivencia, 30 años con la Sonora Ponceña, colaboraciones con Eddie Montalvo, los hermanos Lebrón, Nino Segarra y otros, ‘Pichie’ la monta en solitario con el disco ‘El sonero del bailador’. Una producción que marca la continuidad de una brillante carrera, que no puede detenerse, porque queda ‘Pichie’ para buena rato.
“Esto surgió de una inquietud que me invitaba al reto. No podía quedarme sin hacer nada. Tenía un público esperando que hiciera algo”, explicó el cantante.
Este sonero quería presentar la propuesta musical para que el público viera la diferencia del ‘Pichie’ de ahora.
“De pronto me encontré con la pregunta cómo empezar el proyecto. Me comuniqué con Tony Velázquez, pianista de NG2, que en ese momento hacía una producción con una orquesta que había formado. Entonces el productor de ese proyecto estaba en Panamá y como yo también había colaborado con él, le presenté mi inquietud. Tony me contestó positivamente y me dijo que diéramos para adelante. Le entregué el primer número que tenía ‘Son de mi tierra’, del compositor Johnny Ortiz. Tony hizo el arreglo y quedó sabroso”, destacó.
Sus seguidores ni él habían asimilado la salida de la Sonora Ponceña, orquesta en la que fue un pilar por 30 años.
“Cuando la gente comenzó a decirme que el tema estaba bueno y se escuchaba afincado, todavía no aceptaban que estuviera sin la Ponceña. Mi salida fue abrupta y silenciosa porque fue por motivos más de asuntos familiares… fue después de la muerte de mi suegro que comencé a concretar el sueño que había pensado jamás se iba a concretar”, indicó.
La producción ‘El sonero del bailador’ es una excelente, donde la salsa añeja y sabrosa es la protagonista, como ‘Pichie’ sabe añadirle, la receta picante. Velázquez fue el director musical del disco, con un trabajo de primer orden y arreglos bien guapachosos como ‘El son de mi tierra’, ‘Dónde estás corazón’, ‘Ella’, ‘En las malas y buenas’ y ‘Soy humildad, nobleza y pueblo’. También, se destacan los arreglos de Ángel Torres, en el corte que abre la producción, la pegajosa ‘Zambelé’ y ‘Cada día te quiero más’; y los trabajos de arreglistas como Nelson Jaime, Ceferino Cabán y Nino Segarra.
El disco es pura salsa tradicional, hecho como siempre para el bailador y la perpetuidad de la verdadera salsa de la gorda. Es importante reconocer la aportación de Joseíto Ruiz (trompeta), Toñito Vázquez (trombón), Jorge Díaz (trombón), Sammy Vélez (saxofón), Javier Álvarez (conga y bongó), el propio ‘Pichie’ en güiro y maracas; y otros excelentes músicos.
“Me estoy disfrutando esta celebración porque es la continuación de mi trayectoria, ahora en una etapa como solista. Espero que el disco siga gustando como hasta ahora”, dijo Pérez.