El maestro Víctor Waill le ha tomado la palabra a otros veteranos de la salsa como Gilberto Santo Rosa y José Alberto “El Canario”, en el sentido de que al género le hacen falta otros colores que le sumen calidad para mantener su éxito en República Dominicana y trascender a nivel internacional.
De hecho, entiende que ya es tiempo de ir cambiando los colores de la salsa criolla y no ve saludable que los exponentes dominicanos lo busquen solo a él para trabajar los arreglos, porque se haría inevitable que llegue un momento en que un tema se parezca a otro.
A juicio del creador de éxitos como “Algo fácil de olvidar”, “Timbaleros”, “Morir de amor”, “Llévame al cielo” y “El pecado”, entre otros, en el país hay muchos jóvenes que están haciendo arreglos excelentes, diferentes, por lo que entiende que llegó la hora en la que él debe trabajar menos. “De hecho, me senté conmigo en días anteriores y pensé que hay que empezar a meditar un poco más los arreglos, trabajar un poco menos, pero pensar más, porque llegó un momento en que el tiempo no me daba. Todos los días me llaman por lo menos dos muchachos que quieren cantar salsa”, reveló.
En conversación con el periódico elCaribe, reveló que hace poco viajó a Cuba para beber del oasis de la salsa, en busca de colores nuevos.
Con más de 40 años de experiencia en el mundo artístico, coqueteando con ritmos caribeños como el merengue y la salsa, Waill también mostró mucha preocupación por la pobre gramática y comunicación que exhiben la mayoría de los nuevos exponentes de la música tropical.
Dijo que aunque hay salseros que tienen un excelente discurso, asimismo aparecen otros a quienes no se les puede abrir un micrófono porque, a su juicio, nunca han leído “una hoja de ninguna obra literaria”. “Yo creo que eso es un asunto cultural, como el Estado nos estuvo un poco fallando con la preparación académica, eso se está notando ahora. Sólo le pido a cada salsero que lea por lo menos una página de un libro al día, o de un paquito, si lee una página de un libro al año ya tendría 365 páginas y al siguiente año el cambio se va a notar”, exhortó “El maestro” que ha compuesto éxito para la mayoría de los salseros locales.
La salsa de RD va bien
A pesar de estas consideraciones, Víctor Waill aseguró que la salsa dominicana está bien posicionada a nivel internacional, y resaltó que en Colombia intérpretes como Michel “El Buenón” ocupan la posición número uno, al igual que Yiyo Sanrante y Mickey Taveras.
En cuanto a su orquesta, “El Maestro” anunció que el próximo mes emprenderá una gira que le permitirá recorrer la parte oeste de Estados Unidos, incluyendo Los Ángeles. Anunció también que estará en Nueva York junto a otros salseros dominicanos que actuarán en un evento que fue coordinado por José Alberto, “El Canario”. “La salsa nuestra va bien, hemos pisado territorio europeo, hemos estado en Argentina, es decir, donde quiera que haya un dominicano, allí habrá salsa dominicana”, manifestó.
No piensa en el retiro
Víctor Manuel Pérez, nombre de pila del artista, expresó que antes de morir, porque no piensa retirarse nunca de la música, lo que quiere es ver más preparación académica en su clase artística.
Al aclarar el asunto de su retiro, el artista, de 63 años, dijo que no piensa dejar la música porque él tiene un matrimonio eterno con este arte, ya que -según dijo- él no fue quien eligió la música, sino, ella a él. “Hablo de muerte, porque es algo natural, lo que pasa es que la gente le tiene pánico, pero la muerte no es más que un paso más del correr de la vida,”, apuntó el intérprete de “Si te hubiera conocido ayer”.
Nuca se sentió merenguero
Víctor Waill, quien en los años de 1970 inició su carrera artística de manera formal en la orquesta merenguera Los Beduinos, de Wilfrido Vargas, dijo que nunca se sintió merenguero, que los merengueros son Vicente Pacheco, Fernando Villalona, Héctor Acosta…, personas que a su entender tienen voz y timbre para ese género musical. “Yo nunca me sentí merenguero (…) yo pretendía cantarlo porque había que vivir de algo”, sostuvo el artista, quien para ese entonces atravesaba por una crisis económica muy crítica y esa fue su oportunidad.
A favor de colaboraciones
“Las colaboraciones siempre dejan algo positivo, y más si se hacen con países diferentes”, entiende el compositor dominicano. Afirma que “el encuentro de culturas diferentes es ganancia para las dos personas que hagan los featuring”. “Eso es saludable, no tiene nada de negativo, siempre se sale ganado”, dijo el maestro que le ha puesto su “sazón” en los últimos tiempos a temas como “Aprenderé” y “Tú”, ambos de Alex Matos; “Mi princesa”, de Revolución Salsera; “Disparo al corazón”, de Edwin; “Quién controla el amor”, de Alex Matos y Yanfourd, “No quería lastimarme”, de Michel, y “Besos en pastillas”, de Félix Manuel, entre otros.
Su debut
El cantante recordó que antes de iniciar con Wilfrido Vargas cantaba de manera informal en una orquesta de Baní, al frente de la cual estaba un señor llamado Tino Peña. Contó que su primer salario fue de 15 pesos, con los cuales se compró un par de zapatos porque no tenía. Su debut fue con unos calzados prestados.
Karina Jiménez