NUEVA YORK .-Con más de medio siglo en los escenarios, el salsero puertorriqueño Willie Rosario se considera un bendecido por la vida al seguir gozando de gran aceptación entre los amantes de la buena música. El renombrado percusionista junto a su orquesta se presenta este sábado en Nueva York, donde compartirá el escenario con Tony Vega, otro de los consentidos del público neoyorquino.
Rosario a la fecha, es uno de los pocos sobrevivientes de la época dorada de la salsa donde cada orquesta tenía su propio sello y estilo.
“Traemos el sabor indiscutible de los clásicos con una mezcla de nuevos éxitos que sin duda harán de nuestra presentación el sábado, una noche inolvidable”, dijo el maestro Rosario.
De esa época recuerda el boricua nacido en el pueblo de Caomo -donde una calle le rinde homenaje a su trascendencia- las bandas de Tito Puente y Tito Rodríguez se disputaban la titularidad en el Palladium, la sala de concierto y baile de mayor caché del Nueva York de los 50 y 60.
Para hacerse un espacio entre las orquestas nombradas, Rosario incluyó un saxofón barítono en medio de cuatro trompetas, lo que le dio un sabor único y el sonido distintivo a su orquesta, combinación de armonía que es considerada, uno de los mayores aportes al mundo de la salsa y que le valió a ser conocido en el mundo del espectáculo como “Mr. Ritmo” y “Sr. Afinque”.
Con más de treinta discos a cuestas y conciertos por el mundo junto a su agrupación Rosario continúa fiel a sus raíces y al “feeling” borinqueño-neoyorquino.
“Para mí el East Harlem o El Barrio era como un barrio grande de Puerto Rico”, recuerda Rosario cuando llegó junto a su familia a la Gran Manzana en 1946. Willie empezó a tocar conga con varias orquestas, entre ellas las dirigidas por Noro Morales, Johnny Seguí y Aldemaro Romero.
Rosario formó su primera banda en 1958 y grabó su primer álbum “El bravo soy yo” con el vocalista Frankie Figueroa cuatro años después. Durante los años 60 Rosario grabó varios álbumes y tuvo su primer gran éxito “La cuesta de la fama” en 1969 que marcó el debut de su orquesta como marca registrada junto a Bobby Valentín.
A su retorno a Puerto Rico en 1972, su orquesta que ya tenía renombre, se convirtió es una especie de escuela para muchos músicos durante sus años formativos, incluyendo vocalistas como Gilberto Santa Rosa y Tony Vega, y músicos como Humberto Ramírez y Jimmy Morales.
Entre sus composiciones más conocidas figuran “De barrio obrero a la quince”, “El timbal de Carlitos”, “Mi amigo el payaso”, “El revendón”, “Lluvia” y “Cuando no hay cariño, no hay amor”.
En 1987, Rosario recibió una nominación al Grammy por su canción “Nueva Cosecha”, que también fue galardonada con el Premio Diplo de Puerto Rico. En 1991 se adjudica el título de la Mejor Banda de la Salsa del Año; en 2002 la orquesta de Rosario fue incluida en el Salón Internacional de la Fama de la Música Latina.
Su último lanzamiento “Evidencia” de 2016 es un álbum de salsa swinging producido por Bobby Valentín y cuenta con poderosos trombones, piano y mucha percusión.
Para ponerle más sabor a la actuación de Willie Rosario y su orquesta, el invitado de la noche es Tony Vega, otro ícono de la salsa clásica de la Gran Manzana.
Quien no recuerda los inicios de Vega allá por 1978 que arranco su carrera como profesional cuando se lideró la banda de salsa de Raphy Leavitt “La Selecta” y fue el vocalista de las canciones de éxito “Cosquillita”, “Shelia Taina” y “El Picaflor”.
De 1980 a 1986, Vega cantó con la banda de Willie Rosario y grabó seis álbumes, incluyendo el álbum nominado al Grammy “La nueva cosecha”. Volviendo a Puerto Rico en 1986, se unió a la banda de Eddie Palmieri y cantó en el álbum “La verdad”, ganador del premio Grammy 1988.
El primer lanzamiento en solitario de Tony fue en 1988, el álbum “Yo me quedo”, que fue coproducido por Humberto Ramírez, se convirtió en el número 5 en la lista de Billboard Tropical Salsa de 1989.
Cuándo: Sábado 27 de mayo
Hora: 8:00 pm.
Dónde: Lehman Center for the Performing Arts en El Bronx.
David Ramirez
