Un día como hoy, 30 de septiembre de 2016, el inolvidable Héctor Juan Pérez Martínez hubiera cumplido 70 años.
Como un tributo diferente, en este aniversario compartiremos las impresiones de varios melómanos salseros que -mediante la composición de varios microensayos, publicados en el muro de este periodista en Facebook- documentan la trascendencia de El Cantante fallecido el 29 de junio de 1993, a la corta edad de 46 años.
Colombia y Puerto Rico recuerdan con cariño a El Cantante, pero es en Perú donde se inmortaliza la leyenda.
Estos simpatizantes de Lavoe, que son parte de la representación del mundo salsero que celebra hoy el septuagésimo aniversario de su natalicio, recibirán por correo un ejemplar de la obra “Cada cabeza es un mundo: La historia de Héctor Lavoe”.
Sus textos, redactados en clave de salsa y con mucho sentimiento, confirman que Héctor no solo sigue cantando desde la otra vida, sino que trasciende generaciones y suma más admiradores a su genio y figura, un fenómeno sociocultural internacional que, al margen de la industria del espectáculo, no se repite con otras figuras de la salsa, como Ismael Rivera, La Lupe, Frankie Ruiz y Celia Cruz.
Samuel Vélez (Puerto Rico)
“Héctor ‘Lavoe’ Pérez fue un humilde borincano que, como tantos, salió de su pueblo a buscar mejores oportunidades y las encontró en la música por su genialidad, don de gente y puertorriqueñidad. Eso y sus grandes dotes de cantante lo llevaron a la fama y al corazón de un pueblo que aún lo admira. El grande, Héctor Lavoe, sigue vivo y eterno”.
Lucas Torres (Hialeah, Florida)
“Héctor plasmó sus sentimientos y vivencias a través de sus interpretaciones. Cada tema era un capítulo de su vida y esto lo hizo ver como uno más, alguien normal, con quien el público se identificó. Con su voz colocó colores en cada tema interpretado; la solemnidad en ‘El Todopoderoso’, la alegría de ‘Mi gente’, el desamor en ‘Barrunto’, la tristeza y soledad de ‘El cantante’ y ‘La fama’. La música de Héctor Lavoe es el libro abierto de su vida. Entre sus seguidores es considerada su autobiografía”.
Anthony Lázaro (Perú)
“Seis días de conciertos multitudinarios, ininterrumpidos y atípicamente puntuales, ocurridos hace 30 años, hicieron que desde aquellas noches ese tal Héctor Lavoe sea peruano, adoptado en El Callao con su mala maña y hasta mordiendo palabras. Porque Héctor dejó de ser puertorriqueño para ser nacido en cuanta esquina haya sonado su música. Hermano de cuanto salsero haya hecho suya por primera vez alguna de sus vividas letras. Por eso y más, el legado de Lavoe trascenderá generaciones. Nos quiso ‘de gratis”.
Miguel Mitchel (Puerto Rico)
“De pequeño ahorraba centavos y los sábados mi madre me llevaba a la Calle Comerío en Bayamón. Esta era la meca musical del pueblo. Allí las tiendas de discos abundaban y las mesas con casetes y 8tracks llegaban al filo de la acera y según caminabas podías escuchar a Ramito, Chuíto y Daniel Santos. Pero mi tienda era la que tocaba salsa y allí compraba mis discos 45 rpm, los cuales sonaba en mi tocadiscos portátil de maleta. Aún recuerdo cómo quemaba a Héctor Lavoe y sus éxitos ‘El Todopoderoso’ y ‘Mi gente’, lo cual volvía loca a mi madre. En fin, la música es gran parte de mi vida y Héctor llenó mi corazón y le dio sabor a mi niñez”.
Ygor Deykop Ruiz Sánchez (Perú-Puerto Rico)
“La vida de Héctor Lavoe fue transportada al pentagrama por la pluma de inmortales compositores (incluyendo las propias inspiraciones). Los ‘covers’ adoptados por “El Cantante” siguen siendo nuevas obras para el oído del conocedor. Su obra, de esta manera, fácilmente se ha convertido en el ‘soundtrack’ de la vida de muchos, identificándonos tanto con el artista como con el ser humano, con el éxito hecho persona y la tragedia vivida. 23 años de física ausencia reafirman dos cosas: que la salsa tiene dos etapas, AL (Antes de Lavoe) y DL (Despúes de Lavoe); y, a pesar del paso de los años, ‘EL Jibarito’ sigue cantando mejor.
Antonio Álvarez Ferrando (Perú)
“Para mí, Héctor es el sentimiento hecho canción. La voz del arrabal, de la persona de a pie que pasa desapercibida ante la multitud. Que en un bolero me puede arrancar una sonrisa o una lágrima. Un abrazo al alma y una clave para el bailador. Eso es Héctor Lavoe y su música”.
José Luis García Damiani (Puerto Rico)
“Héctor Lavoe significó una nueva escuela para los cocolos de aquella época llamados salseros ahora. Me enseñó a cuidarme de los hipócritas con su ‘Te conozco’ (Bacalao). Me enseñó a cuidarme de mujeres engañadoras y a llamarla ‘Piraña’. Me enseñó que en la vida ‘Todo tiene su final’ y que nada dura para siempre. Con él conocí a ‘Juana Peña’, a ‘Juanito Alimaña’ y a otros. Héctor fue ‘El Titán’ de la salsa. Por él supe cuidarme al caminar por la ‘Calle Luna, calle Sol’ del Viejo San Juan. Su música creó en mí un ‘Barrunto’ y hasta mi ‘Abuelita’ bailaba en mi sala con sus canciones. Por eso con ‘Rompe Saragüey’ le pido a ‘El Todopoderoso’, porque con los santos no se juega, que lo mantenga allá en la gloria junto a todos los artistas salseros formando un tremendo rumbón. Por eso ‘Mi gente’ nunca lo olvida y siempre lo recordará como ‘El cantante’ de los cantantes”.
Diego Fernández (Perú)
“Cantando desde la otra vida: hoy, junto al Todopoderoso, LaVoe sigue cantando como lo prometió, pero no solo a Borinquen; sino a todos los Barruntos, a todas las Juana Peña, los Juanito Alimaña, las Calle Luna y Calle Sol que siguen existiendo. LaVoe es transversal al tiempo y al espacio ya que las condiciones que inspiraron las canciones que interpreta, las seguimos viendo. Eso hace que el flaco sea inmortal y que su música se escuche en cada barrio latino sin distinción; esa música a la que le encontramos sentido en el día a día que vivimos y nos manda a soñar despiertos y a reír un poco”.
Angelina Medina Quiroga (Perú)
“Héctor Lavoe es más que un cantante para mí. Se volvió parte de mi vida y de mi familia en la adolescencia. Su manera de interpretar y transmitir me marcó totalmente. Me identifiqué aún siendo una niña con sus canciones y su sentir, también con su vida, la cual me interesó ya desde ese tiempo profundamente. Tal vez fue, incluso, la imagen masculina que tuve en ese tiempo y que necesitaba de un familiar. También con Héctor aprendí a comprender a las personas, no juzgarlas, al margen que sea correcta o no su vida. Me humanizó más y reforzó el sentimiento por las personas, por que más que mi admiración musical hacia él, nació en mí un gran afecto hacia el ser humano que fue el ‘Cantante de los Cantantes’. Afecto que perdura y seguirá por toda la vida y por el cual estoy en cierta forma abriendo mi corazón y compartiendo mi vivencia, más allá del lado melómano, lo que Lavoe traspasó sobradamente para convertirse en mi familiar y que me hizo y hace mejor persona”.
Daniel Martínez (Perú)
“Hablar de Héctor Juan Pérez Martínez, conocido como Héctor Lavoe, es detenerse en el tiempo, porque su cuerpo físico si bien es cierto ya no está con nosotros, su canto lo hace estar vivo en medio de su Gente. Al tener la dicha de conocerlo y poder compartir con él en su única visita a Perú en 1986 fue un recuerdo inolvidable. Conocí el lado humano, sensible y humilde de Lavoe. Más allá de la estrella que era, dejaba entrever su deseo de seguir entregando su arte al público. Cada uno de los temas expresa un sentimiento profundo, lo cual envuelve al que lo escucha. Su soltura en la tarima era aceptada en todas partes que se presentaba. Cada generación que lo escucha vuelve a expresar una frase que solo quedó para Héctor Lavoe: ‘El Cantante de los Cantantes’, que Dios lo tenga en su Gloria”.
Jaime Torres Torres