Los fanáticos salseros están de luto, tras la muerte del cantante y sonero ponceño, Ismael Quintana, quien falleció el sábado en Colorado a los 78 años.
El artista saltó a la fama a mediados de la década del 1960 al formar un binomio explosivo junto a la orquesta La Perfecta del pianista Eddie Palmieri. Éxitos como ‘Bilongo’, ‘Justicia’, ‘Puerto Rico’, ‘Adoración’ y ‘Vámonos pal monte’, entre otros, forjaron una supremacía en la salsa con la combinación del sonido de La Perfecta y el estilo fino de interpretar del sonero.
Luego de más de una década como vocalista de Palmieri, Quintana inició una carrera fructífera como solista, cuando firmó con Vaya Records, sello perteneciente a la Fania y grabó su primera producción con el éxito emblemático de su carrera ‘Mi debilidad’, tema de su autoría, que surcó las ondas radiales de diversos países. El cantante también se destacó por tocar de forma excelente las maracas y el güiro.
El éxito no se detuvo para este cantante, que luego del arrollador tema ‘Mi debilidad’, legó los palos ‘La blusita colorá’ y ‘Tambó me acompaña él’. Co su segundo disco llegaron canciones importantes como ‘Lo que estoy viviendo’, ‘Maestros de rumberos’ y ‘Hay que tener sazón’.
Quintana fue uno de los cantantes principales de las Estrellas de Fania, con quienes recorrió países como Japón, África, Marruecos y otros, durante la era dorada de la salsa en los años 70. Otros proyectos interesantes brillaron en la carrera del salsero junto al pianista también ponceño, Papo Lucca y Ricardo Marrero. El sonero de temas como ‘No se compara’ y ‘Jessica’, en honor a su hija, siempre vivió orgulloso de su puertorriqueñidad y su pueblo natal, Ponce, La Perla de sur. Durante los últimos años, se vio imposibilitado de presentarse junto a Palmieri y las Estrellas de Fania, debido a problemas de salud.
Sin duda, Ismael Quintana fue uno de los grandes cantantes del género, que con su gracia, sonoridad y voz melodiosa aportó significativamente al sazón y la elegancia de la salsa.
Vicente Toledo Rohena