A la medianoche de mañana, jueves, vence el plazo otorgado por un tribunal para que los propietarios de Viera Discos desalojen la estructura que ocuparon por nueve años y la entreguen a los nuevos dueños.

El proceso está en marcha. El administrador Richie Viera está vaciando el local y colocando la mercancía y memorabilia que daba vida al espacio en un furgón, y hasta ahora no tiene un lugar para descargarla.

Según el hijo del propietario y fundador Rafael Viera, aún no se ha concretado una presunta promesa del Municipio de San Juan de identificarle un edificio a donde mudarse.

No entiendo por qué no han cumplido su palabra, y no por mí, pero a mi padre le ha afectado mucho”, dijo Viera esta mañana vía telefónica. “Por qué (la alcaldesa Carmen) Yulín no ha dado cara, no entiendo”.

Indicó que el municipio de Toa Baja interesa que la llamada Catedral de la Música Latina se mude a ese pueblo, pero los esfuerzos por buscarle un nuevo “hogar” no cesan. Guaynabo y Bayamón son otras sedes sobre las que Viera tiene puesto los ojos.

En noviembre de 2015, los Viera recibieron una carta de desahucio luego que el banco Scotiabank, con la que tenían financiada la estructura, vendiera la también conocida Casa del coleccionista a la firma Puerto Rico Island Holdings.                                                

Esta acción de compra-venta los tomó por sorpresa y los obligó a comenzar una serie de diligencias para reducir el inventario, así como dar pasos a nivel legal para tratar de proteger el negocio. Así la jueza Myrna Esther Ayala Díaz, del Tribunal de Primera Instancia en San Juan, les concedió hasta el 31 de marzo de este año para permanecer en lo que antiguamente fue una iglesia episcopal.

Mas la entrega de la llave a primera hora del viernes no será el último paso. Viera se dispone a consultar con su abogado, Juan Saavedra, cuál sería “la acción correspondiente”, considerando que hubo un fraude en el proceso.                                                 

“Es bien atropellante”

Viera confesó que emocionalmente han sido unos meses de mucha carga emocional para él, para su padre, así como para los cantantes, músicos y amantes de la música popular que hicieron suyo el negocio.

“Es frustrante, porque eso se enclavó para quedarse ahí, cuando sacas cosas que están enclavadas, es bien atropellante, es un abuso, es mezquino lo que ha hecho este banco de Scotiabank, ellos no tienen ni idea del daño que han hecho”.

El administrador estimó que el desalojo le ha costado “más de $750,000”.

“Todo ese dinero lo perdimos, nos dan un golpe bien fuerte, casi mortal, pero a mí me matan en la raya, yo empezaré en cero, donde sea”, puntualizó Viera, quien presentó una moción para que se le permita entregar la llave el próximo lunes, la cual aún no tiene respuesta.

Rosalina Marrero Rodríguez