A pesar de su éxito con la comedia “Atrácame más”, que este fin de semana regresará al Teatro Tapia con funciones viernes y sábado a las 8:30 p.m. y el domingo a las 5:00 p.m., Gilbertito Santa Rosa no considera prudente identificarse como actor.
“Respeto mucho esa palabra. Conozco actores de oficio y gente que tiene estudios, preparación y trayectoria. No quisiera, por el hecho de haber realizado teatro varias veces, ponerme el traje sin título. Respeto eso. Pero puedo decir que, desde la primera vez que salí en teatro, por la oportunidad que me dieron Rafo Muñiz y Luis Vigoreaux para hacer uno de los papeles de “La pareja dispareja”, puedo decir modestia aparte he mejorado mucho en todos los sentidos”.
La comedia “Atrácame más” es su tercera incursión teatral, tras “La pareja dispareja” y “La verdadera historia de Pedro Navaja”. Trabajar al lado de Alexis Valdés ha sido uno de sus más grandes retos porque es un artista que actúa, canta, escribe, compone, baila y dirige. Un artista completo.
“Una de las cosas que aprendí en el teatro, trabajando con los mejores actores y actrices de aquí, es escuchar porque a veces los que pretendemos actuar nos aprendemos los textos casi embotellados. Pero el teatro es vivo y uno tiene que escuchar y reaccionar. Ha sido una experiencia gratísima trabajar con uno de los mejores en su género”.
Sin embargo, una vez más, Gilberto asumió el reto de aprenderse un libreto e interiorizar el perfil sicológico de un personaje, en este caso el correspondiente al productor de telenovelas Emilio, para representar el texto de “Atrácame más” junto al autor de la comedia en dos actos y actor Alexis Valdés.
Sin posibilidad alguna de improvisar y acudir a recursos como un apuntador, el salsero y bolerista dependió de su ingenio y dotes histriónicos. “No hay espacio para eso, sobre todo con el estilo y el concepto con que Alexis lo escribió. Él gusta mucho de la comedia con mucho ritmo y eso no da espacio para improvisar. El único que puede improvisar es él y tampoco se permite ese lujo. El puede añadir una línea y tiene la cortesía de informarlo, cuando no lo tiene que hacer ya que yo soy su coprotagonista. Pero yo no improvisaría por el respeto que le tengo al escenario y a él”, explicó Gilberto aunque con la salvedad de que si una pista no entra oportunamente, como sucedió en una de las primeras funciones con la canción “Me dieron un bebé”, la improvisación es la opción para salir de apuros.
El teatro ‘vodevil’ en Puerto Rico y otros países se caracteriza por lo inevitable que a veces resulta, ya que se dirige a un público adulto, acudir a palabras impublicables. Gilberto reconoció que se sintió incómodo, a pesar de que forman parte de la jerga popular y en la comedia se usan en un contexto coloquial.
“Me sentí incómodo. No soy perfecto. En mi diario vivir las puedo utilizar, lo que pasa es que no acostumbro a decirlas en público y en espectáculos menos. Y cuando las leí por primera vez se me hizo incómodo. Alexis se dio a la tarea de conocer un poco como hablan los puertorriqueños. Pero lo que está ahí son cosas que fluyen con el personaje y que no son ofensivas para el público pues se escuchan en el banco y en la plaza”.
Mientras, no se descartan nuevas funciones para el próximo fin de semana en el Teatro Tapia o quizás en otra sala en otro punto de la Nación. Alexis y Gilberto ensayaron largas horas y disfrutarían mucho que la mayor cantidad de personas posible puedan apreciar su esfuerzo. “En eso estamos, depende de la respuesta del público. Nos encantaría como nos encantaría llevar este proyecto fuera de Puerto Rico”.
La experiencia con “Atrácame más” ha despertado el interés de Gilberto Santa Rosa de involucrarse en la representación de un texto que combine las disciplinas de la actuación, la canción y el baile.
“He reflexionado con Rafo y me dijo que vio la obra y que podría ser un musical. Que sería fácil musicalizarla. Me encantaría hacer algo así. Para mí es un reto grande porque tendría que sacar mucho tiempo y así poder hacer un trabajo digno”, señala Gilberto, quien reconoce que la actuación es un arte mucho más desafiante que la canción.
“Cuando vas a actuar y no eres actor, necesitas desarrollar tu propia técnica de aprenderte el texto. Para mí es más difícil. Lo otro yo lo hago desde chiquito. En este caso, se va a aprender. Hay una cosa que aprendí que es motivo de controversia entre los actores. Dicen que los actores no piensan. Mi opinión es que el actor y el director piensan cómo se presentan las cosas. Cuando voy a cantar yo decido cómo hacerlo. Por eso para mí actuar es más fuerte”.
Acostumbrado a intercambiar emociones con su público cuando canta, en la actuación Gilberto ha aprendido a descifrar el rigor de la llamada “cuarta pared”, de cuyo dominio, a su entender, depende el éxito o fracaso de una representación.
“Le comentaba a unos amigos que pude desarrollar el concepto de la cuarta pared. Si a mí se me ocurre romper esa cuarta pared se puede ir al traste toda la presentación. He podido desarrollar eso. Buscar la complicidad público-artista sería un desastre. Eso sí lo desarrollé y me da mucha seguridad. Una vez entro a la escena para mí estamos solos el personaje de Alexis y el mío. Ahí no hay más nadie”.
Fundación Nacional para la Cultura Popular