“La mezcla de creatividad de los productores, la fe y la oportunidad de los canales, el talento de nuestros artistas y el apoyo del público deben ser la receta para el éxito de estos proyectos, y así, poder respirar un poco ante tanta violencia mediática”
Con esperanza, ilusión, optimismo y, por qué no, con alegría comenzamos este 2017. En nuestra querida Isla estrenamos gobernador. El doctor Ricardo Rosselló ya se posicionó en su cargo como primer mandatario y aceptó tomar las riendas del País, gestión que esperemos sea de éxito para nuestra Isla y todos mis compatriotas.
La despedida de lo que fue un intenso y retante 2016 dio paso a diversos deseos y resoluciones. Algunas de estas se repiten año tras año: la clásica dieta, hacer más ejercicios, mejor planificación financiera y encontrar más tiempo de calidad para nosotros mismos.
Realmente, la mayoría de las veces, con el pasar de los meses lo anterior se va desvaneciendo, convirtiéndose en un chiste que al final del año intentamos nuevamente. Este año, y cambiando un poco la rutina personal, hice una pequeña lista de buenos deseos para la industria del entretenimiento, especialmente la de la música.
Como siempre he dicho que la educación es vital para cualquier país, mi primer deseo consiste en el restablecimiento de las clases de música en nuestras escuelas públicas. Es claro que todos los estudiantes no pondrán ser músicos o cantantes, pero el conocimiento y la apreciación de la misma puede crear un grado de sensibilidad en estos estudiantes y ser el puente para su interés en el trabajo cultural y de entretenimiento.
Mi próxima petición al año nuevo es que nuestros artistas veteranos y pilares de esta música continúen trabajando y, sobre todo, grabando. Esto me lleva al tercer y cuarto deseo, que es que algunas disqueras se vuelvan a interesar en contratar y promover efectivamente a artistas salseros de todas las generaciones y que el público vuelva a consumir estas producciones, comprando sus discos o descargándolos de manera legal de sus plataformas digitales de preferencia. Combatir la piratería es menester para nuestra industria y nuestro público, todos los años.
Para nuestra televisión también pido menos violencia y más música y entretenimiento en la programación. Como dicen los muchachos, es hora de “bajarle dos” a las narconovelas, las películas violentas, los chismes y los reality shows que solo crean angustia en el televidente.
Que sea el año que comienza el que marque la creación de un premio serio, exclusivo para la música tropical, otros géneros lo tienen y nosotros lo merecemos.
El talento joven salsero merece mi respeto y mi aplauso, mi petición para con ellos es que no se rindan y que continúen, que el trabajo y el camino son duros, pero no imposibles. Que siga creciendo el apoyo para ellos y que no falten las oportunidades, que consigan consolidación e internacionalización porque su talento lo merece.
Como ven, comencé con ánimos y con fe de que alguna de estas peticiones me sea concedida. De todas maneras, tengo claro que ni esta, ni ninguna otra petición va a caer del cielo. Estoy consciente que hay que trabajar duro y enfocados para conseguir el éxito de las mismas.
A todos les deseo que este año sea uno productivo y que la salsa no falte.
Yo, por mi parte, me organizo para empezar el año trabajando en proyectos, disfrutando del privilegio de vivir, de estar saludable y sobre todo, de la bendición de vivir en mi País.
En lo que termino mi lista de peticiones al nuevo año, sigo repasando la lista de resoluciones; la dieta, más ejercicios, mejor planificación financiera, más tiempo de calidad para nosotros…
Feliz año nuevo, mis hermanos.
¡Camínalo! Gilberto Santa Rosa
