Quien sabe de los galones salseros que cuelgan del hombro de Tony Vega no se puede imaginar que el cantante boricua se inició como conguero en un grupo de rock, cuyo repertorio incluía covers de Carlos y Jorge Santana. “A veces la gente no cree que fui rockero ¿Tú te puedes imaginar eso?”, pregunta el cantante.
Efectivamente, quién podría creerlo si antes de hacerse solista, el ojiverde de la salsa pasó ni más ni menos que por agrupaciones de renombre como La Selecta de Raphy Leavitt, y las orquestas de Willie Rosario, Eddie Palmieri y Louie Ramírez. ¿Qué más pedir como antesala al sueño de tener una agrupación propia?
Dicen que nada ni nadie cambia el destino. Vega asegura que fue un disco de Rafael Cortijo y su Combo lo que le cambió el gusto musical y que le marcaría el camino de lo que sería su futuro como artista.
“Escuché cantar a Ismael Rivera y desde ese momento todo cambió. Pasé a ser cantante de mi grupo pero yo sabía que lo mío era la salsa. Tiempo después (1976) audicioné con Raphy Leavitt y me quedé en la salsa hasta el sol de hoy”.
Ironías de la vida, en 1983, Willie Rosario lanzaría al mercado el disco Salsa Machine, cuya punta de lanza es el tema “Busca el ritmo” cuyo coro reza así: “Cambia el paso/busca el ritmo/ olvida ese rock’n roll y ven a bailar latino”, a lo que Vega replica: “¡Rockero fuera! ¡Fuera! ¡Fuera!”.
“Sin quitarle mérito a las demás agrupaciones a las que pertenecí, pero realmente para mí la orquesta de Willie fue como la universidad. Fue en la que más tiempo estuve y donde además compartí con músicos y cantantes de la talla de Gilberto Santa Rosa, Papo Rosario, Bobby Concepción, entre otros. Yo era compañero de habitación de Gilberto así que ya te puedes imaginar”, dice.
Luego de la experiencia adquirida en el campo de la salsa dura y con más madurez profesional y personal, en 1988 Tony Vega se lanzó como solista. Aquel año lanzó la producción “Yo me quedo”. Desde ese entonces se convirtió también en uno de los preferidos de la salsa romántica.
Antonio Alvarez F.
