Reencuentro de maestros en El Bronx: Ismael Miranda y Larry Harlow en concierto

“Caballero ábreme paso que yo vengo preparado” dicen los primeros versos del himno salsero que compuso Ismael Miranda con la orquestra de Larry Harlow en los años 70. Más de 40 años después estas dos leyendas vivas de la salsa se dieron cita  sobre el escenario del Lehman Center, para una reunión histórica.

Harlow, que fue algo así como el descubridor y mentor de Miranda, se crió en Brooklyn, en una familia de músicos judíos. Su abuelo tocaba el piano en las primeras películas de cine mudo, su madre era cantante de ópera y su padre dirigía la banda que tocaba en el célebre club Latin Quarter, donde Harlow prácticamente se crió.  Hoy el “Judío Maravilloso” ha pasado ya las 78 primaveras y ni siquiera se plantea dejar los escenarios.

sobre su concierto en El Bronx hablamos con el pianista y compositor, que aún recuerda emocionado la primera vez que conoció a Ismael Miranda.

“Él tenía solo 15 años y tenía maña, tenía una cara linda y una personalidad en el escenario muy buena, pero no sabía las vainas de la salsa”, recuerda. “No sabía las claves y las palabras que solo conocen los buenos soneros… los cantantes viejos son los que conocen los secretos de la poesía de la salsa”.

 

Harlow le dio a Miranda la oportunidad de aprender en su orquesta, primero tocando las maracas, luego coros al lado de Monguito, hasta que pasó a convertirse en el cantante principal de la banda y el resto es historia.

Ismael ya era un gran fan de la orquesta de Larry Harlow cuando lo conoció y fue invitado a una audición en su casa por primera vez. “Cuando toqué la puerta me abrió Ismael Rivera, imagínate, por poco me muero”.

Aunque consiguió hacerse un hueco en la orquesta de Harlow y convertirse en una de las estrellas originales de La Fania, Miranda recuerda que los comienzos no fueron nada fáciles.

“Para empezar no hablaba español y tuve que aprenderlo yo solo”, dice. “Tuve que fajarme mucho y conseguí triunfar porque le metí el alma y el corazón a todo lo que hacía, pero ahora ya no es así. […] Los cantantes jóvenes quieren hacer algo rápido y tener un éxito y ya, no son dedicados, apasionados”, dice, salvo alguna excepción, como la de sus amigos Gilberto Santa Rosa y Víctor Manuelle.

Hoy, con cincuenta años de carrera musical a sus espaldas, Ismael Miranda sigue dejándo la piel en su música y no quiere parar. Se declara un “enfermo de la música”, vive de gira y está a punto de estrenar un disco con sus grandes éxitos en directo para celebrar esas cinco décadas de oro en formato CD y DVD, con videos de sus mejores actuaciones. Además, prepara junto a un amigo de la infancia un disco de música norteamericana de los 60 y 70, al estilo doo wop y el rock ´n roll más clásico.

Harlow, por su parte, está terminando una autobiografía que se publicará en los próximos meses y nos cuenta que también hay varias productoras de México interesadas en comprar los derechos para hacer una serie sobre su vida.

“Soy feliz, vivo tranquilo, tengo 78 años pero estoy bien guapo”, bromea.

Aunque por sus apretadas agendas les ha costado mucho tiempo poder reunirse en un evento como este, por fin los dos genios salseros se dan cita este sábado en un concierto único en el que no faltarán éxitos como “Señor Sereno”, “Lamento de un Guajiro”, “Tumba y Bongo”, “El Malecón”, “Las Mujeres Son” y, cómo no, “Abran Paso”, la canción que además da nombre a este encuentro que promete ser inolvidable.

ElDiario

 

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