Charangón de Revé y Guido López Gavilán comparten Gran Premio Cubadisco 2016

Los álbumes La salsa tiene mi son, de Elito Revé y su Charangón, y Caribe Nostrum, de Guido López Gavilán, compartieron el Gran Pre­mio Cubadisco 2016, en una jornada efectuada este miércoles en el salón Arcos de Cristal, de Tropicana, donde se dieron a conocer las obras premiadas en las 32 categorías que concurren al evento más importante de la discografía nacional.

Licenciado en Cuba por el sello Bis Music, la producción del Cha­rangón, puesta inicialmente en circu­lación por Sony Music en Méxi­co, es un homenaje al legado de Elio Revé Matos, fundador de la agru­pación y padre de su actual líder.

Varias de las piezas que en los años 90, el veterano Revé pusiera en la órbita de los bailadores cubanos, con un concepto de la timba que redimensionó la fuente original del changüí, vuelven a cobrar vida en el fonograma.

Sobresalen en el disco los aportes de figuras internacionales de primerísimo orden, como el puertorriqueño Gilberto Santa Rosa (Mué­vete pa’ quí), el dominicano José Al­berto El Canario (Yo no quiero que seas celosa, del santiaguero Ro­dulfo Vai­llant), y el trovador Pablo Milanés (La ruñidera, un clásico de Bien­venido Julián Gutiérrez).

También asumieron papeles protagónicos Haila Mompié, el dúo Buena Fe, Paulo FG, Isaac Delgado, Mayito Rivera, Sixto Llorente, la peruana Mónica Dueñas, Gente de Zona, Mandy Cantero, Los Muñe­quitos de Matanzas y el pinareño Juan Miguel Díaz, El Indio, que en los últimos tiempos de Elio Revé con la orquesta garantizó con su voz más de un éxito, como Mi sal­sa tiene sandunga, tema del recordado programa de TV Mi salsa, que dirigió Víctor Torres.

Como parte del compromiso de la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, y de su sello La Cei­ba, con la promoción de la música de concierto quedó registrada en la Basílica Menor de San Francisco una sesión en vivo de la música del maestro Guido López Gavilán, para conformar Caribe Nostrum.

Además de la obra que titula la producción, en la que interviene la orquesta de cámara Música eterna, bajo la conducción del propio compositor, se escuchan por la misma formación de cuerdas Habanera sensual, Qué rico e’ y Con­tradanza caprichosa, en la que López Ga­vilán prosigue la línea de poner a dialogar la tradición clásica con los géneros populares de la isla. Otras interpretaciones corrieron a cargo del pianista Aldo López Ga­vilán, el Trío Concertante y la clarinetista Dia­nelis Castillo.

También Cubadisco tuvo un mo­mento estelar al poner en ma­nos del dominicano Johnny Ven­tura el Pre­mio Especial por su ál­bum Tron­co viejo, grabado en La Habana el año pasado en los estudios de la Egrem, sello que lo distribuirá en Cuba.                      

Silvio Rodríguez, Omara Por­tuondo y Tony Ávila se sumaron a la obra de Ventura, la cual contó con la producción musical de Edesio Ale­jandro. Ventura, quien es considerado como uno de los cultores más re­presentativos del merengue en la actualidad, dijo sentirse conmovido “por haber cumplido un sueño: grabar en Cuba, un paraíso musical al que estoy unido desde siempre”.

Los organizadores de Cubadisco anunciaron, además, que investi-rían a José Alberto Justiniano An­dújar, El Canario, con el Premio de Honor Cubadisco, por su entrañable relación con la música y los mú­sicos cubanos, que se hizo evidente en 1997 cuando grabó un homenaje a Machito y alcanzó su culminación no solo con su participación en la mencionada obra del Charangón de Elito Revé, sino al trabajar junto al Septeto San­tia­guero en No quiero llanto, álbum que conquistó un Grammy Latino en la última edición de estos premios y rinde tributo a Los Com­padres.

El Canario y el Septeto Santiaguero ocuparán la escena de la sala Ave­llaneda del teatro Nacional el sábado 21 a las 8:30 p.m., con un concierto especialmente producido por la Egrem.

Y si de emociones se trata, hubo un instante climático cuando se pro­clamó el Premio Especial para el CD-DVD Umbrales, con la música de Sergio Vitier, decidido, según aclaró Jorge Gómez, presidente del Co­mité del Premio, antes del reciente y lamentable deceso del prestigioso compositor y guitarrista.

Similar distinción recayó en Hay quien precisa, de la venezolana Ce­cilia Todd y la cubana Liuba María Hevia, y el Centro Pablo de la To­rriente Brau por la colección A guitarra limpia.                                                                                                                                       

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