Si bien a Gilberto Santa Rosa se le conoce como el Caballero de la salsa, los que han asistido o visto sus shows en video reconocen el buen grado de humor en tarima que tiene el cantante puertorriqueño. La presentación Dos soneros una historia, junto a Victor Manuelle, trae carcajadas nuevamente al rostro.
Pues, bueno, hace unos días durante una entrevista Gilbertito confesó que el primer aplauso que recibió en público no fue, precisamente, por cantar, sino por una parodia que realizó cuando era niño, durante la época del colegio, en su natal Santurce.
“El primer aplauso yo lo recibí en la escuela. Y lo que hice fue imitar a un dúo de comediantes (‘Bachiller’ y ‘Pancholo’) que había bien famoso para entonces. Y me aplaudieron, y me gustó”, detalla. “Me junté con un amiguito, me aprendía las cosas y se las decía a él y montábamos un sketch corto”.
Gilberto Santa Rosa, galardonado con el Grammy Latino en cuatro ocasiones, contó que su primera presentación musical llegó poco después, también en la escuela. “Fue en segundo grado, y empecé a cantar por despecho”, reveló en conversación con primerahora.com.
El camino hacia la salsa
A lo largo de la entrevista grabada en video, Gilbertito declaró ser amante de los animales, fiel creyente del romanticismo y que es un bebedor asiduo del café (al menos 5 tazas al día). Pero también aseguró que fue El Gran Combo quien tuvo una gran “responsabilidad” en que él haya decidido dedicarse a la música a nivel profesional.
“Soy cantante de salsa gracias y por culpa de El Gran Combo de Puerto Rico. Decía de broma que debía haber sido un buen abogado o un buen carpintero, un buen contable, pero no, vi a esa gente en la televisión y dije: ‘Eso que está haciendo esa gente lo quiero hacer yo’”, comentó.
Santa Rosa, fanático confeso de Frank Sinatra, también se confesó fiel admirador de otro cantante de voz y vestir elegante: Tito Rodríguez. “Me gustó todo lo que veía, la elegancia, la calidad, lo que se oía, las presentaciones que hacía Tito, igual que El Gran Combo, que siempre estaba de punta en blanco”.
Finalmente dijo que en sus inicios, durante la década del ochenta, en plena fiebre de la salsa erótica, él prefirió optar por la corriente de salsa romántica. “A mí nunca me gustó esa onda, y me metí por la parte de las canciones más románticas”.
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