Panamá. Alejado de su hogar, pero en el país que considera su segunda patria, Rafael Ithier, fundador de El Gran Combo, se sinceró con Primera Hora sobre los últimos acontecimiento que han impactado a la orquesta más famosa de la Isla y que durante medio siglo ha repartido salsa por el mundo.
Don Rafa, de 88 años, nos habló de sus verdaderos sentimientos tras las renuncia del cantante Charlie Aponte, responde a los rumores de conflictos entre el grupo, explica por qué no hizo un reality show para escoger al nuevo cantante y reflexiona sobre el futuro de la orquesta con o sin él.
La salida de Charlie Aponte ha causado mucha conmoción, pero esta es la tercera vez que usted pasa por esto. ¿Cómo compara este momento, con la salida de Pellín Rodríguez (1973) y de Andy Montañez (1977)?
Cada vez que sale alguien de El Gran Combo, no solo los cantantes sino los músicos también, a mí siempre me ha tocado… no ha sido simpático. Pero en el caso de los cantantes se siente más porque representan a uno. Cuando se fue Andy fue cuando me sentí más afectado, porque ya se había ido Pellín y pensé que eso le podía hacer mucho daño a la imagen del grupo. Con la salida de Charlie también me sentí afectado, pero en menor grado. En primer lugar, por la experiencia vivida, y, en segundo lugar, porque a mí ya me habían llegado rumores muy fuertes de que él tenía ofertas de otros grupos, así que no me sorprendió tanto. Sabía que en cualquier momento iba a suceder…
Así que no le dio tanto coraje como le dio con Andy?
Definitivamente que no. Fíjate, nosotros teníamos unos cuantos compromisos en enero y yo sabía que Charlie no estaba muy de acuerdo con esas fechas, sabía de ese disgusto, pero no me esperaba la renuncia en este momento, eso sí me sorprendió. Cuando él se reunió conmigo en casa, me habló de que quería estar con su familia, que quería más tiempo para él y buscar nuevos horizontes. Yo entendí que él ya no quería estar más en El Gran Combo. Sí sentí que su renuncia fuera efectiva en diciembre, cuando ya nosotros teníamos unos compromisos en enero y sabía que no era lo mismo llegar sin Charlie. Después de 41 años en el grupo, creo que no había que tomar una acción tan drástica. Yo, Rafael Ithier, lo hubiese hecho de otra manera…
¿Entonces le va a dedicar alguna canción a Charlie…?
(Se ríe) Oye, no, es que nunca la ha habido. Eso es la gente buscándole la quinta pata al gato.
¿En alguna de esas tres etapas pensó que había llegado el final de El Gran Combo?
¡No, no, no, eso ni pensarlo! El mismo Charlie dijo en su conferencia de prensa que El Gran Combo es más grande que todos sus integrantes, y yo creo que eso es así, incluyéndome a mí. El Gran Combo no se llama Rafael Ithier. Y en segundo lugar, no sé si yo tengo espíritu de boxeador, pero cuando pasan estas cosas… a mí me encantan los retos.
¿Cuándo se fue Charlie, pensó en reclutar a un muchacho joven? ¿De quién fue la idea de hacer audiciones?
Yo no estaba pensando en que fuera joven o viejo, amarillo o prieto, sencillamente lo que quería era resolver el problema porque teníamos compromisos que cumplir. Entonces Jerry (Rivas) me dijo que conocía una serie de muchachos nuevos que cantaban bien y ahí empezó el proceso.
De las tres presentaciones que ha visto de Anthony García, ¿cuál es su evaluación?
Que tiene un gran talento. Naturalmente, hay una serie de cosas que todavía hay que corregir pero no son tan importantes. A mí me gusta mucho todo lo que hace porque es muy afinado, muy rítmico, su dicción es muy buena y tiene una voz fresca. Y como persona se ve que es un muchacho bueno, que es manejable y sabe escuchar. Todas esas cualidades son importantes, pero siempre se puede mejorar.
¿Cómo compara el inicio de Jerry Rivas en el Combo con el de Anthony?
Es tan distinta una cosa de la otra… Te tengo que hacer el cuento, porque cuando yo llevé a Jerry al estudio donde estábamos grabando para que lo escucharan, aquello estaba lleno de gente, entre ellos Yayo el Indio y Santitos Colón, y cuando vieron entrar a ese muchachito blanquito, rubio y de ojos verdes, entre todos los que éramos como calamares en su tinta, pues de primera intención no me admitieron al hombre. Le pedí que cantara el merengue Compadre Pedro Juan, él cogió el micrófono y empezó a balbucearlo porque no se lo sabía, pero yo vi esa disposición que él tenía. Los demás me dijeron que ese jíbaro, porque fue con unas medias colorás, se había quedado corto. Así que me fui del estudio con Jerry sabiendo que no lo querían, pero se me ocurrió preguntarle si él tenía algo grabado; me dijo que sí y me entregó su disquito, un 45. Al otro día fui al estudio con el disquito y lo puse frente a los mismos del día anterior, ellos lo oyeron y me dicen: ‘Ithier, ese tipo canta bien, ¿quién es?’. Y yo les dije: ‘El mismo jíbaro de anoche’.
Eso es lo que llaman la visión única de don Rafael Ithier…
Pues mira, los otros días a mí me llamó un productor (cuyo nombre se reservó) porque quería hacer un reality show con nosotros (para buscar el nuevo integrante). Le dije que no teníamos el tiempo para hacerlo y él insistía con la idea, entonces me recomendó que siguiéramos usando como cantante al hermano de Jerry en lo que cuadrábamos lo del show, y yo le dije que no. Llegó un momento que su insistencia me molestó y le tuve que decir: ‘Mira, primero fue Pellín, luego Andy y después vinieron Charlie y Jerry, que los he escogido yo y creo que estás subestimando mi capacidad’. Él quería que en un programa la gente decidiera quién va cantar en El Gran Combo, y aquí el que decido eso soy yo. Eso sonó como una malacrianza, a él no le gusto, pero me lo quité de encima. (Se ríe a carcajadas)
Don Rafa, pues yo le deseo 50 años más de vida, pero ¿cómo es que El Gran Combo va seguir cuando usted ya no esté?
Creo que el grupo, si se empeña, puede seguir. Los muchachos de El Gran Combo quizás no estén preparados para estar al frente de la orquesta porque mucha gente piensa que lo que hace Rafael Ithier es lo correcto, pero eso es falso. Yo cometo muchos errores, porque hago muchas cosas… Pienso que mi método funciona porque estudié un poquito de sicología, fueron como dos años, pero me considero Suma Cum Laude en sicología. Como brego con tanto bandolero en la calle, pienso que eso me ha ayudado (se ríe). Pero si ellos se lo proponen, El Gran Combo tiene mucha vida, porque hay juventud y muchachos bien capacitados aquí. Así que Rafael Ithier es una influencia grande, pero no es El Gran Combo.
¿Esa cabeza podría ser Willie Sotelo (pianista y director de orquesta?
Creo que si alguien tiene esa capacidad, es Willie Sotelo. Él está aquí porque me sustituyó en un evento al que no pude ir porque estaba enfermo y terminó un disco que estaba a mitad. En ese momento le pedí a los muchachos su opinión sobre Sotelo y ellos me respondieron que era número uno. Entonces, hablando con Willie me contó que había dirigido las orquestas de Roberto Roena y Frankie Ruiz y yo me dije, bueno si ese tipo bregó con eso, pues tiene mucha capacidad. Tuve muchos problemas con los que fueron managers de El Gran Combo antes y por eso decidí unir la capacidad de Willie con la mía para hacer ese trabajo nosotros mismos y es cuando mejor hemos podido funcionar. Esa es la razón por la que él está aquí, aparte de lo bien que toca.
Sin embargo, se ha rumorado que Sotelo tiene conflictos con algunos miembros de la orquesta…
Eso es totalmente falso y son comentarios injustos. Willie me llegó a decir a mí que si él era el causante de lo que estaba sucediendo, él renunciaba y le contesté que jamás le podría aceptar eso porque estaríamos diciendo que los embusteros tienen la razón. No podemos claudicar ante los mentirosos y por eso él se va a quedar ahí. Yo la injusticia no la soporto. Por ahí dicen que pueden haber más renuncias en El Gran Combo, pues a lo mejor sí y a lo mejor no, pero yo me voy a reunir con los muchachos porque El Gran Combo tiene que seguir una trayectoria de respeto y de compañerismo, y el que no encaje con esa disciplina no es que va a renunciar, es que yo le voy a decir que tiene que renunciar. Aquí lo que hay es que limar asperezas y seguir pa’ lante. Por Ana Enid López