El cantante Víctor Manuelle admitió que se pone “insoportable”, cuando se acerca la fecha de algún concierto local.
Confesó que solo le preocupa llenar las expectativas de sus fanáticos, además de que se reta a sí mismo para lograr un concierto mejor que el anterior. El salsero tiene su cita con su público el 14 de noviembre en el Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey, donde presentará su espectáculo Que suenen los tambores.
“Sin quitarle méritos a otros conciertos, cuando vives aquí y tienes a la gente que te vio nacer y te apoyó desde el principio, hay una responsabilidad bien grande. Hay nervios y mi familia lo nota cuando voy a tocar aquí porque estoy insoportable”, dijo riéndose
Sobre el show, mencionó que no podrá contar con invitados, porque “tienen trabajo ese día y tendré que batallar solo”, pero estará respaldado por una orquesta que interpretará los temas con varios arreglos. Mientras llega el concierto, el artista sigue celebrando los frutos de su disco Que suenen los tambores, nominado en dos categorías de los Grammy Latino, canción tropical (Agua bendita) y álbum de salsa.
De esta producción también se desprende el tema No quería engañarte, en el que participa la cantante Raquel Sofía.
El exponente de música tropical dijo que la canción, en la que representan a una pareja que confiesa su infidelidad, fue definida como “fuerte” por sus allegados, no obstante, él sabía que gustaría porque “es una realidad”.
“Me encantó el tema desde el principio. Siempre que lo enseñaba me decían: ‘Está muy fuerte’. Pero me encanta. No deja de ser un tema fuerte, pero tampoco deja de ser una realidad. Estos son los temas que nadie quiere tocar por temor, pero uno tiene que atreverse a decirlo. Pero no queremos que nos los dediquen ni queremos dedicarlo”, reaccionó.
Víctor Manuelle reconoció que la campaña Ellos olvidan, no lo hagas tú, en la que trabaja con la Asociación de Alzheimer y Desórdenes Relacionados de Puerto Rico, se ha dimensionado por las personas que se han unido a esta iniciativa, que tuvo como punto de arranque la experiencia que vive con su papá, Víctor Ruiz, paciente de Alzheimer.
“Ya se convirtió en un evento grande que hay que planificar con tiempo. El año que viene haré la segunda caminata, porque estoy comprometido”, mencionó. “Pienso que a veces nos enfocamos en el problema económico y estamos perdiendo la sensibilidad de preocuparnos por el dolor ajeno. Aprendí a escuchar a la gente. Cuando nos involucremos con el dolor ajeno, vamos a soportar el de nosotros, porque siempre hay alguien pasándola peor que tú”, apuntó.
Amary Santiago Torres