Heredó la maleta de arreglos y letras de Pellín Rodríguez, a quien desde el sábado acompaña en la rumba eterna.
Y en el año del nonagésimo primer aniversario del natalicio del inolvidable cantante, su hijo Puchi se marcha, no sin antes rendirle honores póstumos con una nueva orquesta que se especializó en los éxitos popularizados con El Gran Combo y como solista.
Puchi, que se conocía como Pellín Rodríguez Jr., se encontraba bastante activo en la música.
“Siempre quise hacer este concepto solo porque es como revivir a papi, que era una persona jocosa, a quien el pueblo quería de una manera intensa. Desde que el señor Luis Ibarra (su promotor artístico) y yo comenzamos este proyecto la respuesta del público ha sido muy amena y lo recuerdan muy bien”, dijo Pellín Jr. en una reciente entrevista.
Desde que debutó, meses atrás, el pueblo se arrimaba a las tarimas donde cantaba “El caballo pelotero”, “El swing”, “Arrebatadora” y los boleros “Amor por ti”, “Rompamos el contrato” y “Quémame los ojos”, entre otras. A veces la gente no podía reprimir la emoción.
“Mi timbre de voz, mi forma de cantar, es bastante similar a papi; los gestos, como hablo y canto. Me llena de alegría saber cuánto el pueblo quiere a mi papá, que quiero seguir la misma línea. Tengo una orquesta que suena excelentísima. Y estamos en buen camino ofreciendo la música que el público quiere escuchar”, dijo Pellín Jr., cuyo director musical era el timbalero Chago Martínez, que trabajó por más de 20 años con Víctor Manuelle.
“Pienso que a papi nunca se le dio el sitial que merece. El público bailador lo está aceptando de una manera increíble. Para mí, es un orgullo grandísimo y lo agradezco a Ibarra”.
El estilo de Pellín, fallecido en 1984, lo emulaba con facilidad su hermano Rafi, ya fallecido. Su hermana Alicia, de 96 años, murió meses atrás.
Su hijo Puchi, ahora Pellín Jr., tenía 24 años cuando su padre murió. El popular cantante no deseaba que sus vástagos siguieran sus pasos en la música.
“Él nos decía a mi hermano y a mí que la carrera del músico es difícil. Pero yo lo acompañaba cada vez que salía a ensayar con El Gran Combo en el Club del Campo en la carretera PR-1. Los domingos aquí papi ponía la música de Davilita, Felipe Rodríguez, Marco Antonio Muñiz, Libertad Lamarque y Celio González. O sea, yo me crié en ese ambiente”.
Pellín se convenció de que la vocación de Puchi por la música era genuina la noche en que hizo coro en el estudio de grabación donde, en 1976, produjo el disco “Aventurera”.
“Uno de los coristas no daba pie con bolas. Papi me metió con el difunto Joseíto Berríos e hicimos los coros. Yo observaba que papi pensaba, bajaba la cabeza y hablaba con el sonidista. Papi me dijo: ‘Pellín Rodríguez soy yo. Cuando me muera, tú cantas’. Me dijo así porque se escuchó a sí mismo”.
Se recordará que Puchi le rindió tributo a su padre en el concepto Los Hijos de los Célebres, que compartió con Andy Montañez Jr. e Ismaelo Rivera en reconocimiento póstumo a su padre, al Sonero Mayor y al Niño de Trastalleres.
“A mí en la calle me dicen Pellín. Otros me apodan Popeyito, porque a papi le decían Popeye. Pienso que Pellín Jr. suena más atractivo para el público”, aclaró.
Los Hijos de los Célebres, reconoce Pellín Jr., fue un proyecto de una mística y magia particulares, creado por Julio ‘Gunda’ Merced para MP, en cierto modo inspirado por Los Hijos de la Salsa, de Johnny El Bravo.
Se suponía que Roberto Roena los acompañara, pero las fechas coincidían con las del Apollo Sound. “Hubo una química maravillosa, lo que pasa es que la administración no se manejó como se esperaba. Firmamos para tres discos y solo grabamos dos. Yo decidí salir porque estoy viejo para trucos. Seguí por ahí hasta que apareció el señor Ibarra”.
El legado de Pellín Rodríguez, cultivado por su hijo Puchi, ha sido aplaudido en Patillas, Guayama, Arroyo, Cayey y Cataño.
“Han surgido muy buenas oportunidades. Hay planes de viajar a Nueva York en diciembre. Aún no hemos decidido si grabaremos un sencillo. Yo sigo las recomendaciones de Ibarra”, añadió Pellín Jr., cuya orquesta presenta en los metales la combinación de dos trompetas, trombón y saxofón tenor.
“Estamos en la de formar un repertorio exclusivamente de la música que papi hizo famosa. Siempre que estamos en tarima, con mucha alegría, la gente nos pide canciones. Eso me llena de orgullo porque confirmo lo mucho que quisieron a mi papá”, dijo entonces el cantante al recordar que, en la Calle Providencia, hoy Pellín Rodríguez en Villa Palmeras, la antigua casa de su progenitor ha sido declarada patrimonio nacional por el Municipio de San Juan y esporádicamente abre sus puertas.
Pellín Rodríguez Jr. tuvo un accidente en el que parte de su cuerpo sufrió quemaduras serias. Lamentablemente, no pudo superar su condición. Tras convalecer durante poco más de una semana, no pudo aferrarse a la vida.
Siempre perdurará el recuerdo de su interés por honrar el legado de su padre Pellín, a quien de seguro ya acompaña a dúo en “Amor por ti”, “Quémame los ojos” y otros boleros.
Fundación Nacional para la Cultura Popular