La salsa y las redes sociales amanecieron teñidas de luto por el fallecimiento la noche del martes del sensacional bajista Salvador Cuevas, una de los contados sustitutos de los originales de las Estrellas de Fania que, por su virtuosismo, destrezas y humildad, fue aceptado y muy querido por el soberano salsero.
En la última semana Sal, nacido en Manhattan y quien creció en el Bronx, convaleció en un hospital de Orlando, Florida, desde donde finalmente pasó a morar con el Señor.
Con su partida, Sal, quien cumpliría 62 años el próximo 16 de junio, será referente del antes y después de la interpretación del bajo -especialmente el tumbao- en la salsa, como se aprecia en sus grabaciones con Willie Colón, particularmente en “Siembra” [escuchen su proyección en “Plástico”], y con las Estrellas de Fania, específicamente en “Crossover”, grabado en 1979 para el sello Columbia.
Sal, cuyo espectacular desempeño en el bajo eléctrico era un show aparte en los conciertos de la Fania, implantó un estilo “funkeao”, profuso en notas, de un “slap” inusual en la salsa, con referencias del r&b y la música disco tan en boga a finales de la década de 1970 y de una ingeniosa vitalidad sin precedentes en la salsa que no se exagera si se afirma que fue muy influenciado por Jaco Pastorius y Stanley Clarke, entre otros.
De “Metiendo mano” (1977) en adelante, fue el bajista de los álbumes de Willie Colón, hasta que entró Oscar Cartaya. Y en vivo, tocó en su banda en decenas de presentaciones que hoy son un deleite escuchar y ver en vídeo o devedé.
Estas líneas son insuficientes para valorar del todo su enorme e inigualable aporte a la música latina.
Afortunadamente, como testamento, quedan sus grabaciones con la Fania, Willie Colón, Robertito Blades y otros artistas.
Acá, recordaremos que en octubre pasado se unió como invitado especial a la Sonora Ponceña en el concierto “Salsa Factory Bunch” con Richie Ray & Bobby Cruz en el Coliseo José Miguel Agrelot. Esa noche, Papo Lucca lo presentó como “el verdadero Rey del Bajo”.
En esos días su amigo y colega bajista Raúl Santiago facilitó el teléfono de Sal a este periodista para una entrevista y, lamentablemente, no se pudo coordinar un encuentro.
Hoy la salsa lo llora, pero también celebra su legado.
Desde Lima, Perú, la directora de Radio Herencia Rumbera, Angelina Medina Quiroga, lamentó su partida al no disimular su admiración por Sal. “Se siguen yendo nuestros héroes musicales, los que nos marcaron no solo musicalmente, sino también en otros aspectos, para quedarse por siempre en nuestra vida”, publicó Angelina en su muro en Facebook, destacando su virtuosismo.
“Evolucionó no solo la forma de tocar el bajo, sino que evolucionó y enriqueció la propia música y fue vital para un cambio y desarrollo en el movimiento salsero, con ese toque y estilo único inconfundible, progresivo y de avanzada”.
El ingeniero de sonido Emilsam Velázquez se unió al coro de voces de la industria que lloran su partida. “Sal, gracias por haber sido mi amigo y hermanito. Te echaré mucho de menos. Dios te tenga con Él. Paz para tu familia”, comentó en las redes.
El percusionista y profesor de Berklee, Eguie Castrillo resaltó su compañerismo y sus cualidades artístico-musicales. “Se nos fue otro compañero músico, innovador y visionario del bajo, Salvador Cuevas. El mundo de la música latina, especialmente la salsa, están de luto. Tuve la suerte de trabajar junto a él hace muchos años en Miami, Florida, junto a Néstor Torres. Que descanse en paz”, escribió en Facebook.
Por su parte, el timbalero Elías Lopés Jr. consignó en dicha red social que Sal era un gran amigo de su padre, el trompetista, arreglista y productor Elías Lopés. “Es uno de los mejores bajistas del mundo. Me lo presentaron en Nueva York y cuando le dijeron que yo era el hijo de Elías Lopés, se paró de la mesa y me dijo: ‘tu papá es mi hermano’. Y me dijo: ‘siéntate al lado mío’ y me empezó a hablar de sus historias con mi papá”.
Otro músico que se siente triste por la muerte de Salvador Cuevas es el percusionista y director de la orquesta de Charlie Aponte, Sammy García, quien recordó que lo conoció en 1982 cuando tocaba con la banda de Héctor Casanova.
“Él fue a cubrir ese fin de semana. Imagínate, como yo me sentía tocando al lado del gran Sal Cuevas. Estuve todo el fin de semana pidiéndole que ‘funkeara’ en el bajo y él me decía que eso no va en el estilo de conjunto. En el último baile, para que yo no fastidiara más, tocó su famoso ‘funkeo”, compartió Sammy en Facebook al recordar que gracias a Sal, Willie Colón lo llamó para que grabara las congas en el disco que le produjo a Sophy.
Las muestras de afecto y agradecimiento y las expresiones de duelo inundan las redes sociales. No es para menos porque no solo ha fallecido un gigante del bajo, sino un varón cuya mayor virtud fue la humildad.
¡Descanse en paz, Sal Cuevas!
Fundación Nacional para la Cultura Popular