La espera valió la pena. “Salsa con Fuego”, la más gigantesca disco de Nueva York, con capacidad para casi tres mil personas.
Es un lugar en el que, antes de su inauguración, les sugerí que pusieran un poster de un salsero dominicano, hasta fotos del maestro Johnny Pacheco les llevé. Ni caso hicieron.
El dominicano Yiyo Sarante les “reventó” aquel “santuario” de salseros famosos. Los viernes, la gerencia del establecimiento viene colocando la entrada gratis, para poder llenar aquella colosal pista de bailes.
Esta vez, las entradas alcanzaron los 70 dólares. El público, un 90 por ciento dominicano.
Sergio Vargas inició con su repertorio consabido. “El Artista de la Patria”, les dio del merengue contagioso y los hizo gozar y cantar, con “las de antes y con las ahora”. Cerrando el 2016 (30 de diciembre), afuera no pasaba ligera “la maldita primavera”, pero adentro era sofocante el calor humano. Y, la alegría se convirtió en “estallido” cuando empezaron a entrar los morenos de Sarante. Y, el empresario Vidal Cedeño orondo. Hacía mucho que no se le daba.
Se desquitó el “descule” del debut de la Vieja Fefa. Yiyo Sarante llegó antes de las 3:00 de la mañana, escoltado por guaruras para poder posibilitar su llegada a la tarima.
Y, cuando logró treparse, entonces notamos la llegada de un sonero que ya no solo es profeta en su tierra. Uno a uno, el público le fue coreando sus éxitos. Yiyo Sarante se coronó en Nueva York como sonero estelar. Puso a todo el mundo a bailar en “la casa del trompo”.
ROBERTO GERÓNIMO