La conquista del Grammy 2017 al Mejor Álbum de Jazz Latino por el disco Tribute to Irakere–Live in Marciac (Tributo a Irakere–En vivo desde Marciac), de Chucho Valdés y The Afro Cuban Messengers, hizo justicia a la jerarquía universal de una de las más fenomenales orquestas cubanas del siglo pasado.
Grabado durante un concierto ofrecido en agosto del 2015 en el festival de jazz de la localidad francesa de Marciac, y distribuido por el sello Jazz Village, el fonograma recrea la sonoridad de la banda original fundada por Chucho en 1973.
El disco comienza con Juana 1600, obra que resume las características del Irakere inicial, y prosigue con cinco piezas que dan cuenta del genio creador de Chucho en sus afanes por insertar géneros folclóricos y populares en Cuba y América Latina en los lenguajes jazzísticos más actuales: Lorena’s tango, Congadanza, Afrocomanche, Afrofunk y Yansá.
La línea de los metales —Manuel Machado, Carlos Sarduy y Reinaldo Melián, trompetas; Ariel Brínguez, saxofón tenor; Rafael Águila, saxofón alto— y una base rítmica sustentada en el contrabajista Gastón Joya y los percusionistas Rodney Barreto, Yaroldi Abreu y Dreiser Durrutí —evocan la bravura, el color instrumental y la polirritmia de la inolvidable formación.
El Grammy llegó 38 años después de que Irakere se alzara por primera vez con el galardón al Mejor Álbum de Música Latina, tal como entonces se denominaba esa categoría. El disco titulado sobriamente con el nombre de la agrupación, Irakere, formaba parte del catálogo de la Egrem (Areíto LD-3769) y de la CBS Récords (JC-35655) y había sido grabado en el verano de 1978 en los festivales de Montreaux, Suiza, y Newport, Estados Unidos.
