El viernes, un traje negro y camisa blanca
– ¿Cómo?
– Sí, un traje negro. Camisa blanca y pantalón negro. Vamos a tocar, ya tú estás con nosotros.
Y así, sin tener siquiera un traje negro, Jean Carlos Rivera, un estudiante de comunicaciones, recibía el visto bueno del maestro Roena para hacer parte de su orquesta, Apollo Sound. De eso, ya son siete años.
Cuenta Rivera que él era un cantante aficionado y que un día, en un homenaje al maestro, con un grupo cantó ‘Cui cui’. “De ahí me invitaron a una audición. Era la primera vez que lo veía tan cerca y fue intimidante. Pero su aprobación fue mágica”, cuenta.
Y más curiosa fue la bendición que le dio a Andrés Waldemar, un cantante desde hace seis años, que en noviembre pasado aspiró a la Alcaldía de Dorado, Puerto Rico y que hace unas semanas se convirtió en Ministro del Deporte.
Andrés Waldemar siempre soñó con ser artista, fue bailarín de salsa como Roena y en una ocasión tuvo la osadía de robarle el micrófono a Gilberto Santa Rosa y empezar a sonear.
Después de eso, fue invitado a cenar a casa de Roena. “Me perdí en camino a su casa, pero llegué. Su esposa preparó un T-bone steak y creí que me iban a poner a cantar pero eso no pasó”.
Y aunque había prometido quedarse con el grupo, a los seis meses, el cantante y estudiante de relaciones laborales y ciencias políticas, fue admitido para un periodo de internado y trabajar en el Congreso de Estados Unidos. “Para mi sorpresa el maestro me dijo ve, estudia y al regreso tendrás tu posición. Eso marcó mi vida. Ahí está la calidad humana de Roena”.
Como también ha marcado sus carreras, venir a Cali. “Somos lo que somos, gracias al público colombiano y al caleño en particular que respeta y venera la salsa”, anota Waldemar.
Y para Jean Carlos, “cuando uno llega a esta ciudad y siente la admiración por el trabajo musical que hacemos, eso no tiene palabras para describirse. Ninguna ciudad como Cali”.
Elpais