El sábado 20 de agosto, mientras el Callao celebraba su aniversario, el cantante neoyorquino Ray de la Paz, también tenía un festejo especial: su cumpleaños. La bonita coincidencia la percibimos en una entrevista telefónica, en la que el cantante nos contó los bellos recuerdos que guarda de aquella presentación que ofreció en el año 2009 en el festival Chim Pum Callao.
Ray enfatiza en el inmenso mar humano celebrando con buena salsa el aniversario del puerto. “Fue increíble ver tanta gente bailando con el espectáculo que ofrecimos. Lo disfrutamos al 150%”, asegura. Tampoco olvida que tuvo que soportar un frío inclemente que, como cada mes de agosto, es característico en Lima y Callao. “Yo había con un traje finito, de verano. No sabes lo que fue eso. Pero igual salimos al frente”.
El tono de su voz alegre cambia un poco cuando le preguntamos por lo que ocurre actualmente con la salsa en Nueva York. “Imagínate, aquí ya no hay nada. Las radios en FM no programan a Machito, Tito Rodríguez ni a Tito Puente, que son figuras fundamentales. Con suerte uno puede escuchar algo de la Sonora Ponceña, pero muy de vez en cuando. Todo cambió. Yo pienso que se le ha perdido el respeto a nuestra música”.
El intérprete de ‘Desahogo’ nos cuenta que antes era un deleite escuchar a los locutores contar la historia de Tito Rodríguez o de Benny Moré. “De ese modo, uno aprendía, uno conocía. Hoy ya eso no existe”, lo dice con evidente molestia.
Felizmente, él se reinventó en el arte. El año pasado participó en la película ‘Joy: el nombre del éxito’, dirigida por David O. Russell, y en la que fueron protagonistas Robert De Niro y Jennifer Lawrence. “Esto del teatro y el cine empezó a mediados de los años 90. Fui a una audición, les gustó mi performance y aquí me tienes”. Ahora mismo, el salsero se encuentra en un proyecto similar que seguramente sorprenderá a quienes siguen de cerca su trayectoria.
Es que la biografía del cantante contempla participaciones al lado de leyendas de la música como Tito Puente o Ray Barretto. Cuando Nueva York traspiraba mambo y salsa. Y el cantante llegó todavía a disfrutar de aquello. Incluso, tuvo un papel preponderante en la movida de la salsa romántica junto a otro grande: Louie Ramírez, el llamado ‘cerebro oculto’ de la Fania.
Quizás ese es uno de los momentos estelares de Ray. “Todo se derrumbó”, “Desahogo”, “Todavía” y “Ladrón de tu amor” son algunos de los imprescindibles en la colección de todo salsero. Es romanticismo pero con sabor. Fue el puente entre la salsa gorda y la salsa de alcoba de mediados de los años 80. Aunque muchos nos hayamos quedado justamente en el puente y hayamos preferido luego regresar a la salsa dura. Claro, eso ya es cuestión de gustos.
A lo largo de su carrera, Ray se ha topado con varios músicos peruanos. Por eso, cuando le comentamos que nuestro pianista Lucho Cueto estaba muy delicado de salud, el cantante no pudo ocultar su preocupación. “Pero qué le pasó, ahora me vengo a enterar. Por favor, lo queremos de nuevo en la tarima. Vayan todas mis oraciones para su pronta recuperación. Él ha compartido con nosotros muchas sesiones, junto a Louie Ramírez y Ray Barretto, por citarte algunas. Bendito, recién me entero que estaba hospitalizado. Que Dios me lo acompañe”.
En los últimos años, el cantante neoyorquino ha trabajado mucho con otro pianista peruano: Yeisson Villamar. “Es un músico excelente. Empezó a tocar a los 15 años. Incluso, yo fui a su graduación para estar con él en ese momento tan especial. Es egresado de la Escuela de Música de Nueva York. Tiene un gran talento”, expresa.
Esa buena química de Ray con los peruanos, se pondrá en evidencia en pocos días, exactamente el sábado 27 de agosto, cuando suba a la tarima del local Miami 305, en el Centro Comercial Arenales, de Lince. El cantante participará en un concierto con sugestivo nombre: “Al rescate de la salsa”. En esta fecha también estarán Marcial Isturiz, Julio López, Carlos Suppo, Pepito Gómez y Manolito Rodríguez. La actividad es organizada por la empresa Salsa Gold Pro. La invitación está hecha. Ray de la Paz llega para reencontrarse con el público peruano y para regalarnos un gran día en el barrio. ¡Avisados!