Ayer, Gilberto Santa Rosa la tiene que haber pasado difícil. Se inicia hoy como columnista de Primera Hora en un espacio que adelantó llamará “¡Camínalo!”.
Así que ayer le tocó sentarse a escribir un poquito, y para quienes no somos escritores y solo tratamos de conversar con la gente a través de este espacio, no es poca cosa parir una columna semanal. No lo es.
Ni hablar de ese primer escrito… solo de recordarlo me da dolor de cabeza. Mi primera columna se tituló “El Instagram de Miranda. Tardé como tres días en escribirla y cuando la terminé sentía que necesitaba tres días más. Siendo un genio de la improvisación y el soneo, a Gilberto se le debe hacer más fácil.
La semana pasada nos reunimos en el periódico para darle la bienvenida al Caballero de la Salsa, aprovechando la ocasión para cada cual darle un consejito. Jay Fonseca de inmediato le alertó sobre los “haters” y cómo hacerles frente; de eso él sí sabe. Raymond Arrieta le improvisó un soneo mongo pero muy simpático, en el que le recomienda ponerle “sazón” a todo lo que escriba. Normando Valentín le confesó que su baile de graduación en la Escuela Superior de Utuado fue con su orquesta, además de invitarlo para que escriba a “conciencia” y sin miedo al qué dirán. Millie Cangiano, por su parte, luego de enfatizar que es la de más años de experiencia, lo que nadie le cuestionó, lo exhortó a que tirara pa’lante.
Llegado mi turno resalté el lujo que significa tener un compañero columnista de la estatura de Gilberto, y además le advertí, bromeando, que no se enfogonara si no logra más “likes” que Jay, cuyas columnas han sido siempre las más leídas. Me gustaría añadir algunas palabras que por falta de espacio no pude decir.
Este espacio que nos hace disponible Primera Hora toca la vida de muchas personas. Como en la música, en esto de la lectura hay variedad de gustos, y te sorprenderá la mucha gente que se toma el tiempo para leernos y comentar sobre lo que aquí expresamos. Aunque pasa uno mucho trabajo, llena de satisfacción saber que podemos aportar al país dando nuestro particular punto de vista sobre asuntos que le resultan de interés a la gente. En nuestros casos, al ser columnistas “amateurs”, sin escribir muy rebuscado ni con técnicas muy complejas, solo escribiendo lo que sentimos como si estuviéramos hablando de tú a tú con la gente.
El que alguien con tu calendario y complejidad de vida haya aceptado esta encomienda habla muy bien de tu interés genuino de mantenerte en contacto con la gente, que estoy segura lo agradecerá y disfrutará mucho. Escribirás de la salsa como adelantaste en la promoción, pero estoy segura de que incluirás vivencias y reflexiones sociales que serán de mucho interés para los lectores.
Por último, Gilberto: debo alertarte que al terminar la primera columna ya la segunda estará a la vuelta de la esquina, sacándote la lengua. Por más que se planifica siempre terminamos la noche antes acostándonos tarde, sacrificio que al final vale la pena.
Se acabó el conteo regresivo. Bienvenido, Gilberto. Gracias a Alexandra Fuentes
