Su trayectoria musical ha sido colmada de bendiciones.
Su antecedente en el mundo del disco incluye a Joey Pastrana, La Conquistadora, Ismael Miranda y Pete ‘Conde’ Rodríguez.
Luego se estableció con Ray Barretto como eslabón armónico de su sonido experimental. Y en 1983, en el sótano de un edificio en Manhattan, plantó el cimiento -junto al vibrafonista Ricardo Marrero- de la propuesta de Rubén Blades y Seis del Solar, que germinó en su revolucionario álbum “Buscando América”.
Fueron más de 10 años de lealtad al cantautor panameño y en el ínterin un sinfín de inquietudes musicales albergadas por Oscar Hernández. Hasta que surgió la oportunidad y, con el respaldo de Aaron Levinson, el pianista boricua fundó en 2002 la Spanish Harlem Orchestra (SHO), considerada -por sus presentaciones alrededor de los cinco continentes- el nuevo estandarte de la salsa en el Planeta.
Hoy, con su bagaje como director de la SHO; productor de Mongorama; director musical de las representaciones ‘off Broadway’ inspiradas en La Lupe y Héctor Lavoe; de “The Capeman” de Paul Simon y como timón del musical de Broadway “On Your Feet”, el nombre de Oscar es reconocido y respetado de este a oeste en la nación norteamericana.
“Ser director musical y ser líder de orquesta, y después de tantos momentos bonitos en mi carrera, representar lo que somos nosotros los latinos, los puertorriqueños particularmente, sobre la música que viene de Nueva York, es una bendición”, dijo Oscar a la Fundación Nacional para la Cultura Popular en entrevista telefónica desde Los Ángeles, California.
En 2017 la Orquesta del Barrio Latino celebrará su decimoquinto aniversario. Con los discos “Un gran día en el Barrio”, “Across 110th Street” (con Rubén Blades), “Viva la tradición”, “United We Swing” y “Spanish Harlem Orchestra”, la banda ha recibido cuatro nominaciones al Grammy y la premiación con dos fonógrafos dorados.
“Es muy importante para nosotros porque en esas nominaciones le ganamos a Gilberto Santa Rosa, Juan Luis Guerra, Víctor Manuelle y Marc Anthony. Es importante para mí porque estoy creando un legado de lo que es excelente música. Lo hago porque es mi pasión, es mi vida y lo que Dios me ha colocado en el camino como músico. Es una bendición increíble”.
La especialidad de SHO, a partir del momento en que la salsa se caracterizó por su pérdida de sabor, es un sonido clásico, pero armónicamente moderno, que apela al bailador, fundamentado en versiones arrolladoras de éxitos de antaño, como “Mama Güela”, y composiciones originales.
“Es así. Nuestra orquestación ha sido bien recibida. La salsa monga se apoderó en los 80 y los 90. Vinimos nosotros en el 2002 y la gente se preguntó quiénes éramos por la excelencia de nuestro sonido. Así era cuando yo me crié, en la década de 1970, pero la gente se había olvidado de eso. Tenemos nuestro estilo e identidad, pero en términos de sonido, producción, calidad, energía y un sonido orgánico venimos de mi experiencia con Ray Barretto. Nosotros somos lo mejor que representa nuestra música”.
La SHO ha sido aclamada en sus conciertos en Rusia, Australia, Israel, Japón, Hong Kong, Singapur y casi todos los países de Europa, Centro y Sudamérica. “¿Qué nos dice eso? Quienes somos. Incluso, cuando tocamos en el Día Nacional de la Salsa en Puerto Rico, donde hay tantos músicos y orquestas increíbles, la prensa colombiana y peruana nos dijo que lo mejor del festival fuimos nosotros. Yo me siento muy orgulloso sobre los comentarios de lo que es mi música hoy día”.
Embajadora salsera de América Latina y Puerto Rico ante el mundo, la Spanish Harlem Orchestra se encamina a su decimoquinto aniversario con la renovación de su frente. Meses atrás salió el sonero Ray de la Paz, quien está muy activo como solista.
“Me siento bien de que tenga éxito como solista. De paso, tengo un nuevo cantante, de Las Piedras, Puerto Rico. Graduado de Berklee, que es un flautista, no bueno, sino fenomenal. Su nombre es Jeremy Bosch. Tiene 25 años, pero es un espíritu viejo porque conoce la tradición. Es productor y arreglista. Es el futuro de nuestra música”.
Oscar no exagera cuando afirma que la suma de Jeremy a SHO es otra confirmación de la abundancia de talento puertorriqueño en la salsa. Lo único que se necesitan son oportunidades.
“Sin duda. Cuando la gente lo escucha, me pregunta dónde lo conseguí. Aunque Ray ya no está, Jeremy viene con un sentido de equipo y dispuesto a crear una química nueva con los otros dos cantantes (Marco Bermúdez y Carlos Cascante). Es algo muy bonito para mí verlo desarrollar. Representa una energía nueva, que nos hacía falta”.
El jazz, de otro lado, siempre ha despertado pasiones en Oscar Hernández. En su disco más reciente grabó con dos invitados especiales: el pianista Chick Corea y el saxofonista Joe Lovano, quienes tocan en el estándar “You And The Night And The Music”.
“Sus representantes nos solicitaron el ‘track’. Lo enviamos y nos respondieron de inmediato. Imagínate, que gente de esa talla quiera grabar con nosotros es otra bendición. Nosotros hemos tocado en muchos festivales de jazz y eso es parte de lo que hacemos”.
Otra novedad en la carrera de Oscar es su taller como arreglista y orquestador del musical de Broadway, “On Your Feet”, de Gloria Estefan. Otra bendición que consolida su nombre con credibilidad suprema y sinónimo de excelencia.
“He creado una trayectoria bastante destacada, conocida y documentada. Me siento súper bien por todos los trabajos que he realizado con Rubén Blades y Juan Luis Guerra. Pero lo más que me enorgullece es mi Spanish Harlem Orchestra. Mi esperanza es pisar nuevamente a Puerto Rico. Las veces que lo hicimos (el Festival Los Tubos de Manatí, el Día Nacional de la Salsa y un baile con la Sonora Ponceña en el Village Sport Bar) hemos tenido éxito. Dicen que las cosas están difíciles por allá. Pero espero que la gente pueda ver una de las mejores orquestas de nuestro género hoy día, no dicho por mí, sino por gente más importante que yo”.
Fundación Nacional para la Cultura Popular