República Dominicana es nuestro vecino caribeño más cercano. Nuestra relación social y cultural es una muy estrecha. Sin duda alguna, el deporte y la música han sido dos elementos muy importantes en el desarrollo de nuestra historia y han tendido puentes de amistad entre los dos países.
De todos es conocido que el deporte no es lo mío, así que hablemos de música y, curiosamente, hablemos de salsa. Digo curiosamente, porque quizás no es muy conocida la historia del género en la República y el arraigo que ha tenido este género en el querido país caribeño.
Hace algunos años, más de 20, salí rumbo a República Dominicana con la intención de hacer alguna promoción de mis discos y tratar de darme a conocer allá. La industria entera me dijo que no perdiera el tiempo, que los artistas salseros no tenían vida allá. Cabe destacar que para la época las estrellas del merengue estaban en su apogeo, tanto en su país como aquí en la Isla.
Agraciadamente, todos se equivocaron. Fui y descubrí un país hospitalario, alegre y para mi sorpresa muy salsero.
Me enteré en esa primera visita que existe un historial y una cultura de son cubano, mismo que cultivan músicos, cantantes y bailadores, y al que le han dado un toque muy especial, haciendo que quien lo escuche identifique que está hecho en Dominicana.
Por otro lado, los grandes nombres del merengue participaron activamente grabando en sus discos versiones de temas esencialmente salseros.
Joseíto Mateo, Cuco Valoy, Johnny Ventura y Luisito Martí fueron solo algunos de los “merengueros” que grabaron e interpretaron salsa con muy buenos resultados.
En el desarrollo de este género despuntan grandes nombres de músicos, cantantes, arreglistas, compositores y productores dominicanos que se destacaron más como salseros que con la música de su país.
El maestro Johnny Pacheco es la figura cimera. Creador de la compañía mas emblemática del género, La Fania, Pacheco no solo se destacó como músico, director de orquesta, compositor y productor, sino que también como descubridor de talentos, propulsor y defensor de la palabra “salsa” y la definición de esta como un género.
La lista de grandes profesionales dominicanos que aportaron y aportan su talento para que el género sea disfrutado y respetado como lo es en estos días es interminable.
Mario Rivera, Leopoldo Pineda, Héctor “Bomberito” Zarzuela, Enrique Bretón, Johnny Kenton, Freddie Sánchez, Carlos Lalanes, Ricky González, Ite Jerez, Héctor de León, Raulín Rosendo, Ray Reyes y José Bello son algunos de los cantantes que despuntaron como grandes soneros en la ciudad de Nueva York a partir de la década de los 70 y que fueron inspiración y motivación para sus compatriotas.
Mención apararte para mi querido hermano y compadre José Alberto “El Canario”, sonero de alto rango, criado en la mejor tradición de salsera, conocedor del nuevo lenguaje, innovador y defensor de la buena salsa; escuela para los salseros de cualquier país o generación.
Locutores como Hugo Adames, Eugenio Pérez, Chino Méndez, Santiago de Jesús, Joe Martínez y Jay Capellán son algunos de los héroes que mantienen la música en el oído y gusto popular.
Emisoras especializadas se encargan de programar la música clásica y nueva que el género presenta.
Gracias al interés generado entre el público y la industria, muchos de nosotros hemos tenido una gran acogida y podemos considerar la República Dominicana como una de nuestras plazas más importantes.
Marc Anthony, India, Paquito Guzmán, Luis Enrique, Tito Rojas, Eddie Santiago, Grupo Niche, Son de Cali, Tito Nieves, Víctor Manuelle y, modestia aparte, este servidor de ustedes hemos recibido el favor y el calor del público dominicano; y muy importante, además del respaldo, el respeto de nuestros colegas.
Actualmente muchos artistas veteranos y jóvenes dominicanos apostaron a la salsa y están teniendo mucho éxito entre sus compatriotas y su éxito ya se empieza a extender mas allá de sus playas.
Víctor Wail, Yiyo Sarante, Alex Matos, Sexxapeal, Michel y Chiquito Team Band encabezan la lista del movimiento que ha logrado lanzar la carrera de otros. Con su talento aportan a que el género siga desarrollando y ampliando su radio de acción.
Este movimiento se asemeja bastante al movimiento de los años 80 y 90, que abrió paso a figuras nuevas que hoy día se mantienen vigentes.
Me alegra saber que todos los que hace 26 años pronosticaron que “no había vida” para los salseros en la República se equivocaron dramáticamente y que hoy por hoy en el país no solo se disfruta, se baila, se canta y se trabaja el género, sino que Dominicana tiene su salsa.
¡Camínalo! Gilberto Santa Rosa
