La Vespa, la motocicleta que garantizó a generaciones enteras libertad e independencia, emblema de la “Dolce Vita”, la dulce vida a la italiana, celebró este sábado sus 70 años.
La motocicleta que revolucionó el mundo de las dos ruedas con motor, ha sabido adecuarse a los tiempos, registrando por décadas un éxito notabletras llegar a triplicar sus ventas en los últimos diez años.
La silueta aerodinámica, con forma de “avispa”, lo que inspiró su nombre, permitió a numerosas mujeres desde la posguerra manejarla, inclusive con falda, una señal de emancipación.
En 70 años de vida ha vendido 18 millones de ejemplares, según su fabricante, la marca Piaggio.
Cuando el 23 abril de 1946 Enrico Piaggio registró su invento con el nombre de Vespa, su objetivo era relanzar la fábrica familiar,especializada entonces en el sector de la aviación, la cual había quedado muy afectada por los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial.
Los padres de este nuevo concepto de transporte urbano -popularmente llamado también motoneta o ‘scooter‘- son además de Piaggio, el ingeniero aeronáutico Corradino D’Ascanio, al que le gustaban más los aviones que las motos, recuerda la firma.
D’Ascanio consideraba las motos incómodas, pesadas y sucias. Así que ideó un vehículo que superara esos defectos, con el motor cubierto completamente por un encapuchado de metal que protegiera del calor, revolucionando así la llamada industria de las dos ruedas.
El éxito fue inmediato: 2.484 modelos vendidos en tan sólo el año 1946.
La Vespa se convirtió rápidamente en un vehículo “popular”, ideal para el transporte urbano. La producción se elevó a cerca de 20.000 en 1948, llegó a 60.000 en 1950 y 171.200 en 1953, con fábricas en diez países.
“Tener una Vespa era mejor que tener una moto. Gracias a la parte frontal, una suerte de delantal, uno se protegía del polvo, el barro y la lluvia”, sostiene Patrice Vergès, experto en la historia del automóvil.
Las ruedas pequeñas y la posibilidad de contar con un neumático de repuesto, lo cual no era posible con las motos, fue clave, ya que en esa época se dañaban con frecuencia por el mal estado de la carreteras.
“Fue un éxito, tenía una línea amable y hacía un ruido divertido, como el de una avispa”, recuerda.
Con el sabor de ayer
En los años 50 y 60, los italianos compraban una Vespa porque no tenían los medios para comprar un automóvil, cuenta Vergès.
El legendario filme “Vacaciones en Roma”, de 1953, con Audrey Hepburn y Gregory Peck que paseaban enamorados a bordo de una Vespa por la capital italiana, la catapultó como una estrella más.
En los años 80 y principios de los 90 fue perdiendo encanto, los jóvenes italianos, más ricos, preferían el automóvil.
Sin embargo, a partir del 2004 comenzó a registrar de nuevo un éxito inesperado.
De 58.000 vehículos anuales pasó a casi 170.000 en 2015, triplicando su producción.
El tráfico endemoniado en las ciudades y la prohibición a los automóviles de entrar al casco histórico en muchas localidades figuran entre las razones de ese nuevo éxito, así como los avances tecnológicos introducidos y su estilo con sabor de ayer.
La Vespa hoy en día es un producto de lujo, ya que es más cara con respecto a otras marcas y se produce en tres fábricas de Italia, Vietnam e India.
“Vespa sigue siendo un mito, representa lo mejor de Italia”, sostiene Marco Lambri, quien dirige el centro de diseño de Piaggio.
“Es elegante y a la vez irreverente”, sostiene por su parte el director de marketing del grupo, Davide Zanolini.
A nivel mundial, la marca cuenta con admiradores en todos los continentes y en Italia hay un Club Vespa, con asociaciones regionales.
El presidente del Club Vespa de Milán, Carlo Bozzetti, asegura que “la Vespa me acompaña desde hace 40 años para todo y en todo”.
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