“Una cosa es sentirse en casa, y otra es estar en casa”

Más de 5,000 almas se mantuvieron de pie durante la hora y 40 minutos de duración que tuvo el concierto “Live” a cargo de Marc Anthony el pasado sábado en el anfiteatro de Altos de Chavón, que en principio estaba amenazado de lluvia, pero como obra de Dios el cielo se despejó para ser testigo de una noche espectacular.
El masivo público gozó cada una de las interpretaciones del astro estadounidense de origen puertorriqueño quien dijo emocionado casi al inicio de la velada: “Una cosa es sentirse en casa, y otra cosa es estar en casa”.
Acompañado de 12 maestros de la música y tres coristas, con un sonido impecable toda la noche, el desfile de éxitos arrancó a las 9:00 con el hit “Valió la pena”, seguido de “Y hubo alguien” y “Flor pálida”, provocando que sus seguidores se levantaran de los empedrados asientos para no volverse a sentar durante toda noche, ni siquiera en un popurrí de baladas que hizo el artista.
En el medley de baladas Marc Anthony interpretó “Abrázame muy fuerte”, “Y ahora quien” y “¿Y como es él?”, en medio de un impresionante juego de luces y donde las dos pantallas gigantes proyectaban la emoción y la entrega del cantante en cada uno de sus temas.
Vestido con jeans, camiseta blanca y chaqueta negra, en principio, el artista de 47 años, continuó su labor de embrujar al público que comenzó a llegar a las 6:30 de la tarde al anfiteatro inaugurado el 20 de agosto de 1982 con Frank Sinatra, cuando dijo: “Y después de las baladas lo que sigue es swing, pura salsa”, para entonar de inmediato su gran éxito “Vivir lo nuestro” (grabado a dúo con La india).
“El siguiente tema, nunca pensé que lo iba a grabar a ritmo de salsa”, fueron las palabras de Marc para introducir los acordes de la canción “Hasta que te conocí”, del mexicano Juan Gabriel, ante los gritos y algarabía de sus seguidoras.

Tras subir unos cuantos peldaños del escenario para tocar por un momento la batería, Marc Anthony, Cantó “Te conozco bien” y comenzó a despedirse con el tema de la película “Mi gente”, en la que encarnó al fenecido salsero puertorriqueño Héctor Lavoe.
Estuvo un minuto detrás del escenario y salió para interpretar otro de los grandes éxitos de su discografía, “Vivir mi vida”, cuando aparecieron bailando los muchachos de la fundación Maestro Cares y Orfanato Niños de Cristo, apadrinado por el artista.
“Mis niños, mis hijos, que sorpresa, que Dios los bendiga”, dijo Marc con lágrimas en sus ojos para despedirse de sus fans a las 10:40 de la noche.

Jorge Ramos

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