Fruko, maestro salsero

Fruko, maestro salsero y de la fiesta colombiana, creador de grandes éxitos e incansable en la tarima, tiene, por supuesto, sus ídolos musicales.

Y van por los lados de “Richie Ray y Bobby Cruz, Héctor Lavoe, La Sonora Matancera, Dámaso Pérez Prado, El Gran Combo de Puerto Rico, Celia Cruz”, entre los clásicos, cuenta el reconocido artista, en entrevista con Eskpe.

 Pero, como siempre, adelantado a su tiempo, incluye además a Marc Anthony, dentro de los de la “nueva generación”.
Así es sonoramente este Fruko, uno de los invitados al Concierto de Radio Nacional que será mañana en Manizales, y en el que también participa el grupo Herencia de Timbiquí y el DJ Willi Vergara, de Radio Nacional.

 Fruko, que nació como Julio Ernesto Estrada, vio la luz en Medellín el 7 de julio de 1951. Empezó su carrera en la música desde los 11 años y no ha parado.

Cuenta que cuando estaba en el colegio pensaba que los puños que les daba a sus compañeros de estudio que lo matoneaban solo le servían para eso: para defenderse.

“Pero en últimas, la vida me enseñó que la fortaleza de mis puños me sirvió para que me echaran del colegio y conocer que mi destino era la música, muy al pesar de mi mamá en ese momento. Tuve, entre otros, la suerte de ser el baterista de Los Corraleros de Majagual, la mejor agrupación tropical de la zona Caribe, y de estar con los maestros Alfredo Gutiérrez, Calixto Ochoa, Lisandro Mesa, Eliseo Herrera, Chico Fernández y Julio Erazo”, agrega.

Comenta, además, que esos músicos le enseñaron la belleza de letras como Los sabanales, “un ejemplo de poema”.
Y gracias a ellos, Fruko creó su propia orquesta, Los Tesos, donde hubo voces como Joe Arroyo y Wilson Manyoma, entre otros, y canciones tan poderosas como El preso, dándole una identidad a la salsa colombiana.

“Muy orgulloso me siento, además, de lo que vino después de mí en la salsa: el mismo Joe Arroyo, Niche y Guayacán, hasta propuestas jóvenes como La 33”, dice.

A la gente de Herencia de Timbiquí, con la que alternará en Manizales, todavía no la conoce.

“Pero respeto y escucho su sonoridad. Estos muchachos se han hecho académicos, músicos elaborados, tienen un sonido propio y sacan la bandera cultural de la felicidad para transmitirnos eso mismo: conocimiento y una devoción por nuestra música pacífica”.

¿Dónde y cuándo?

3 de diciembre, 7 p. m. (el ingreso es desde las 5 p. m.). Parque Ernesto Gutiérrez. Manizales. Entrada gratis.

  CULTURA Y ENTRETENIMIENTO

 

 

 

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