PONCE – La última petición del director y fundador de La Sonora Ponceña, Enrique “Quique” Lucca Caraballo fue que su velatorio se efectuara en la sala de su residencia en la calle Genuino, sector Baldorioty, en Ponce.
Quería que su gente, sus vecinos por más de 50 años, y los salseros de corazón, los seguidores de la Sonora, lo despidieran en la casa que se convirtió en el centro de ensayo para los músicos de la legendaria orquesta, quienes asistían con frecuencia al hogar. Hoy se cumplió esa voluntad, pues don Quique regresó a su casa.
Las exequias fúnebres del director de La Sonora Ponceña que falleció el domingo a consecuencia de un paro respiratorio iniciaron hoy a eso de las 2:30 p.m. cuando el féretro color caoba fue ubicado en la sala de su hogar en medio de los más de 135 reconocimientos y distinciones que recibió en vida el artífice de unas de las orquestas con mayor fuerza y cadencia musical en escena. Al fundador de la orquesta le seleccionaron como vestimenta para su última morada, una guayabera azul con el nombre de la agrupación que fundó en el 1954 grabado.
Lograr que el ataúd entrará al hogar fue una proeza dado que la escalera de la residencia ubicada en un segundo piso es sumamente angosta. No obstante para el personal de la funeraria subir el féretro no fue una novedad ya que la esposa de don Quique, Angélica Quiñones, también fue velada en el mismo lugar.
De hecho, fue con la partida terrenal de Quiñones que el fundador de la orquesta expresó que deseaba que su velorio fuera en su casa, según narró Zulma Lucca Quiñones, hija del fenecido músico de 103 años.
“Cuando mami falleció, él dijo de velarla aquí y Papo le dijo al principio que no, que era mejor en la funeraria. Entonces él le dijo que de la única forma que íbamos a la funeraria era si primero era aquí y entonces él siempre me lo dijo. ‘Quiero que me velen en mi casa’”, narró con tristeza Quiñones, en medio de las condolencias de decenas de personas que asistieron al velorio que permanecería abierto toda la madrugada.
La hija del músico contó que a pesar de que el músico sobrepasó las expectativas de vida al llegar a 103 años, la muerte sorprendió a la familia, ya que en las últimas semanas había estado de buen ánimo. Al momento de su deceso, el director musical estaba recluido en el hospital Damas de Ponce luego de sufrir una caída el lunes 19 de septiembre que le ocasionó una fractura en la cadera.
La intervención quirúrgica fue el 22 de septiembre y luego inició su tratamiento de rehabilitación y terapias.
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