Rubén Darío Aponte, un locutor de larga data que se ha ido adaptando a la radio de estos tiempos, lamenta que las emisoras y la televisión de República Dominicana hayan llegado al extremo de que cualquiera dice “malas palabras” y no pasa nada.
“Se ofende a la gente acusándola de ladrón sin prueba alguna. ¡Eso no puede ser! Pero cuando abren los teléfonos al público, los oyentes también llaman y dicen que tal o cual político o funcionario público es un ladrón”.
El comunicador considera que todo eso hay que regularlo, “porque si no hay leyes, nunca habrá control, lamentablemente. Soy legalista, cumplo la ley y entiendo que los demás también deben hacerlo”.
Aponte dijo que aunque no le interesa ser presidente de la institución oficial llamada a regular la locución, la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR), lo primero que haría, en el lejano caso de que fuera designado, sería reunirse con los productores de programas y poner las cartas sobre la mesa en cuanto a lo que se puede y no se puede hacer en los medios electrónicos.
“De no cumplir, lo sacaría del aire, y si a los gobernantes no les gusta, que me cancelen. Aunque no me interesa ese cargo, pero en el lejano caso, haría cumplir las leyes, caiga quien caiga y duélale a quien le duela”.
Ley de música. En cuanto a la implementación en el país de una ley de música que obligue a las estaciones de radio a colocar un alto porcentaje de merengue, bachata y baladas de dominicanos, Rubén dijo que esas disposiciones siempre han existido, pero lamentablemente en República Dominicana, al igual que otras leyes, no se cumplen.
Ahí está el Reglamento 824 de la CNEPR y otras legislaciones que rigen la materia, pero hoy día las emisoras son especializadas, hay programaciones de rock, urbanas, suaves, salsa, cristianas y habladas”, indicó Aponte.
El locutor, que sustenta el carnet número 1630, entiende que hay que dejar que la gente decida lo que quiera. “Las emisoras son un negocio. Ahora mismo parece que lo más rentable son los llamados ‘talk show’. Los operadores de las frecuencias –que son del Estado– eliminan una programación musical para poner programas hablados”.
Extraña la AM. El comunicador dijo a ¡Alegría! que las estaciones de amplitud modulada (AM) han sido marginadas por los mismos empresarios que poseen las licencias, porque no representa negocio para ellos; prefieren invertir en otras cosas, además de que la mayoría no sabe de radio. “A mí me gusta la AM, incluso llega más lejos, tiene más cuerpo en la radio, aunque la FM tiene un sonido más bonito. Las estaciones de AM de la capital lamentablemente están casi todas fuera del aire. Algunas las han tomado las iglesias y otras pocas se mantienen en base a una programación deportiva”.
“Merensalsa”. Es el programa que realiza Rubén Darío Aponte desde hace 20 años por la emisora estatal Dominicana FM cada sábado en horario de 2:00 de la tarde a 7:00 de la noche.
“Mi espacio es una revista donde hay música, principalmente merengue, salsa y bachata, farándula, deportes y todos los temas que se produzcan en el día”.
Jorge Ramos
