Pirulo… genio y figura

No recuerdo exactamente el día en que mi hija Miredys me preguntó: “¿Has escuchado a Pirulo?”. Inmediatamente le pregunté: “¿Quién es Pirulo, hija?”. Ella respondió: “Es el salsero nuevo que está pega’o”.

Entonces me di a la tarea de preguntar por el hombre y empecé a recibir respuestas cargadas de buenas vibraciones y opiniones para quien parecía ser la nueva figura de nuestro género. Una vez más repitiendo el patrón de la historia salsera, la oferta es de aquí, de estos 100 x 35 de nuestro querido Puerto Rico.

Tal fue mi curiosidad que compré el disco.  Escuché con detenimiento y me sorprendí al conocer que el hombre no estaba solo, estaba acompañado de su “Tribu”. Una tribu que complementa, apoya y le da más aplomo a la propuesta de su “cacique”.

Percibí en su trabajo una mezcla de timba cubana, música urbana, salsa y, sobre todo, una exquisita honestidad en lo que se presenta.

Personalmente, como dice el mismo Pirulo en una de sus frases emblemáticas, ¡me gusta!.

Me gusta el disco, me gusta su manera de cantar y, sobre todo, me gusta que haya jóvenes con iniciativa y sonido original, y con el valor de lanzarse en una aventura en tiempos donde seguramente los pesimistas le habrán aconsejado: “No te tires”.

Bien, Pirulo y su Tribu no solamente se convirtieron en una propuesta salsera refrescante,  se convirtieron en la figura del momento.

No hay duda de que el muchacho acaparó la atención de los salseros y también de los que no lo son.

Más interesante aún, con su estilo particular pudo mover muchos de su generación y otros más jóvenes.

Me gusta su manera urbana de cantar salsa, que bien recuerda a maestros como Chamaco, Ismael y Marvin. Una mezcla de filosofía urbana con el “esto es lo que hay” y un conocimiento profundo de la clave y su lenguaje.

Preguntando, leyendo sobre él y viéndolo en acción me enteré que es un talentoso percusionista.

Un buen día coincidimos en una presentación y por fin conocí al hombre (es probable que hubiera ocurrido antes como músico). Me dio la buena impresión de conocerlo hace años, y me trató con el cariño y respeto con el que me dedicó uno de sus soneos en su disco.

Pienso  que lo mismo pasa con su música y hace que la gente se acerque y disfrute de su talento natural.

No hay duda de que proyectos como este se suman al de muchos otros jóvenes compañeros en los cuales, insisto, recae el futuro de nuestro género.

Pirulo es ejemplo de que la autenticidad, la originalidad  y el deseo de echar pa’ lante mueve las masas y abre puertas.                                                                                                                  

El que conoce su origen y su historia debe saber, además, que es ejemplo de superación y que conoce bien de dónde viene, y eso le va a delinear bien hacia dónde va.

Hacer música como se siente y atreverse es parte integral de la fórmula. El cielo es el límite.

Sé que el “Piruloco” debe estar disfrutando de las mieles del cariño y los aplausos, y también siendo blanco de críticas y comentarios, pero cuando se camina se hace ruido y el ruido a veces molesta.

Parafraseando al Sonero Mayor le digo: “Pa’ lante, Pirulo, que no te para nadie”.

Sigue fiel a tú música, a tus raíces y a lo bueno que tiene la vida para ti. El camino está empezando y es largo.

Sigue pa’ lante con tu tribu haciendo salsa y siendo… genio y figura.

¡Camínalo!  Gilberto Santa Rosa

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